La elección de Bernardo Arévalo de León, que es conocido por sus campañas anticorrupción, pone fin a 70 años de gobiernos conservadores en Guatemala
Un grito contra la corrupción que azota Guatemala, así ha calificado su elección a la presidencia del país, Bernardo Arévalo de León.
El candidato progresista se impuso, en la segunda vuelta, con el 59 por ciento de los votos, frente a la ex primera dama Sandra Torres Casanova.
Un cambio de rumbo, que da la espalda a los partidos conservadores que dirigen el país desde hace 70 años.
Arévalo es conocido por sus campañas anticorrupción y su enfrentamiento con los partidos tradicionales de Guatemala que intentaron, incluso, prohibir su candidatura y su partido político, Movimiento Semilla.