En una falsa alarma que pasará a la posteridad, los agentes de policía acudieron a una llamada sobre una clase que se impartía en una cafetería del norte de Inglaterra, creyendo erróneamente que se trataba del lugar de un asesinato en masa.
Fue una sesión de yoga que los participantes no olvidarán pronto.
El miércoles 6 de septiembre por la tarde, un grupo de aficionados al fitness de Chapel St Leonards (Lincolnshire) se dedicaban a sus propios asuntos cuando la policía interrumpió bruscamente su relajante sesión.
¿El motivo? Habían sido alertados por un transeúnte, al parecer preocupado por ver "cadáveres" tirados en el suelo.
Según el Seascape Cafe, donde tuvo lugar la clase, la persona que dio la voz de alarma confundió a los yoguis con víctimas de un asesinato, por lo que avisó a la policía, que no tardó en llegar en gran número.
En su página de Facebook, los trabajadores de la cafetería escribieron: "Si alguien oyó las sirenas de la policía en Chapel St Leonard's anoche a las 21:30, que se tranquilice".
Agradecieron al cuerpo de policía local y continuaron: "Estimado público en general, tenga en cuenta que en el Observatorio se imparten muchas clases de yoga por las tardes. No formamos parte de ninguna secta ni club de locos".
Las autoridades confirmaron que la llamada se realizó a las 20:56 "con buenas intenciones", y afirmaron que "los agentes acudieron y nos complace informar de que todo el mundo estaba bien y a salvo".