Se trata de una iniciativa de transición energética que costará 25,5 millones de euros.
Francia y Alemania lanzan un proyecto transfronterizo para impulsar la transición energética en la región.
En Estrasburgo, a partir de 2027, miles de hogares se calentarán con calor residual de la vecina acería de Kehl, en Alemania.
Jeanne Barseghian, alcaldesa de la capital alsaciana mantiene que es una solución innovadora y asequible.
Ahorro de veinte mil toneladas de CO2
"Vamos a poder utilizar esta energía. Son 80 gigavatios hora al año, y también podremos calentar siete mil hogares utilizando esta energía recuperada. Ahorrará casi veinte mil toneladas de CO2".
Habrá que construir un gasoducto de cuatro kilómetros y medio por debajo del Rin para transportar la energía sobrante desde Badische Stahlwerke, la acería de Baden, en Kehl, hasta la planta térmica de Estrasburgo.
Supone una inversión de 25 millones y medio de euros, de los que dos millones procederán de fondos de cooperación territorial europea. El resto será aportado por los ayuntamientos de las dos ciudades, el Banco de los Territorios, Ademe, la agencia de transición ecológica francesa y Dena, la agencia alemana de energía.
Un proyecto de futuro
Harald Höflich, representante del Estado federado de Baden-Wurtemberg, considera la iniciativa única en Europa.
"Estoy convencido de que un proyecto de protección del clima reviste una especial importancia para el futuro de la sociedad y puede suponer una importante contribución a nuestra amistad. Sabemos que no se trata sólo de un proyecto histórico, sino también de un proyecto de futuro "