El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reitera su rechazo a una pausa humanitaria.
Desde hace casi cuatro semanas, los 2,4 millones de habitantes de la asediada Franja de Gaza viven bajo los bombardeos israelíes.
Según un informe publicado el viernes por Hamás, más de 9000 personas, entre ellas 3826 niños, han muerto en los ataques israelíes contra el territorio.
El último ejemplo de esta catastrófica situación humanitaria es el ataque aéreo contra una ambulancia cerca del hospital Shifa, el más grande de la región. Según las autoridades sanitarias de Gaza, al menos 13 personas han muerto.
Y mientras las tropas Israelíes asedian la ciudad de Gaza, el primer ministro, Benjamin Netanyahu reitera su rechazo a una pausa humanitaria, haciendo caso omiso a las presiones de Estados Unidos.
Estas declaraciones muestran que Netanyahu ha hecho caso omiso de las presiones del secretario de Estado estadounidense. Antony Blinken viajó este viernes a Tel Aviv en un intento de conseguir que llegue la necesitada ayuda humanitaria a la población civil.
"Israel rechaza un alto el fuego temporal que no incluya la liberación de nuestros rehenes. Israel no permitirá la entrada de combustible en Gaza y se opone al envío de dinero a la Franja", dijo el primer ministro en un comunicado.
Y en el sur de Israel, varios edificios y coches de periodistas resultaron dañados en el último ataque con cohetes de Hamas.