Este deportista empedernido destaca por ser proeuropeo, partidario de la igualdad matrimonial. Además, ha sido líder del partido, primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, así como eurodiputado.
PUBLICIDADTras dos rondas de votaciones y una carrera especialmente reñida, Finlandia tiene nuevo presidente. Alexander Stubb, del derechista Partido de la Coalición Nacional (conocido localmente como Kokoomus), venció al político verde de izquierdas Pekka Haavisto en la votación del domingo.
He aquí cinco cosas que sabemos sobre el nuevo presidente
1. Alex Stubb pertenece al ala liberal de su partido: es proeuropeo, partidario de la igualdad matrimonial e internacionalista declarado. Ha sido líder del partido, primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, además de eurodiputado en Bruselas. Habla finés, sueco, inglés, francés y alemán con fluidez. Deportista empedernido -Stubb fue a la universidad en Estados Unidos con una beca de golf-, es de esperar que no falten fotos del nuevo presidente finlandés en ropa deportiva de lycra ajustada compitiendo en pruebas de iron man o esquiando, aunque es posible que tenga menos tiempo para esas actividades una vez instalado en el palacio presidencial de Helsinki.
2. Stubb dice que quiere ser un presidente capaz de unificar el país. No es poca cosa cuando su partido, Kokoomus, dirige el gobierno de coalición con los ultraderechistas finlandeses, y cuando polémicas celebridades con mensajes homófobos, y políticos con condenas por delitos relacionados con el racismo, salieron en su apoyo durante la campaña de las elecciones presidenciales. Según un reciente estudio finlandés, el 40% de los partidarios de Stubb no votarían a su rival Haavisto porque es gay; mientras que otra encuesta reveló que el 30% de los votantes finlandeses tenían en cuenta la sexualidad de un candidato a la hora de votar. Eso es mucho por unificar.
3. Alex Stubb nunca ha sido tímido a la hora de utilizar las redes sociales y es conocido por su afición a hacerse selfies con sus seguidores, especialmente con los famosos. "Para mí, las redes sociales siempre han sido un canal espontáneo de comunicación", escribió Stubb en X, antes Twitter, en octubre de 2021. "Gestiono mi propia cuenta. Soy consciente de los riesgos. Me he quemado muchas veces". Dijo que es **mejor usar los medios sociales para comunicarse, a pesar de los riesgos, que no comunicarse en absoluto.**Un tuit de 2018 de Stubb con su "viejo amigo y colega" Sergei Lavrov no ha envejecido bien, y se ha disculpado por decir que la gente que quería bloquear la inversión rusa en una central nuclear finlandesa eran "rusófobos".
4. Stubb tendrá que seguir siendo humilde. Una de las críticas que ha recibido repetidamente en el pasado es que tiene una actitud arrogante y con derechos. Esta actitud se ha rebajado mucho durante la campaña, en la que se ha esforzado por mostrarse comedido y cordial con sus oponentes, pero tiene que mantenerla durante al menos seis años en el cargo (ya a estas alturas muchos observadores políticos dudan de que se presente a un segundo mandato).
5. Stubb tiene mucho trabajo por delante para suceder al presidente Sauli Niinistö, que ha disfrutado de unos índices de aprobación altísimos por parte de la opinión pública finlandesa en las dos últimas legislaturas (12 años). No cabe duda de que Stubb se ha visto atraído por la renovada importancia de la presidencia finlandesa tras la invasión rusa de Ucrania y las negociaciones de adhesión de Finlandia a la OTAN. Puede que sea cierto, pero también hay un montón de obligaciones presidenciales muy mundanas que Stubb tendrá que cumplir lejos de los focos, y tiene que demostrar que está igual de interesado en tomar un café por la tarde con los pensionistas o en visitar una fábrica y una guarnición militar que en saltar al escenario mundial sonriendo con su característica sonrisa a las cámaras de televisión.
En una reunión de ministros de Asuntos Exteriores nórdicos celebrada en Dinamarca en 2011, fue célebre su comentario a micrófono abierto de que la reunión era "una mierda", mientras el adjunto de la delegación le reprendía diciendo que "con su lenguaje corporal y sus palabras, nuestro ministro comunicó que los asuntos nórdicos no ocupan un lugar destacado en su agenda". Alex Stubb tendrá que enfrentarse a lo monótono y aburrido con tanto entusiasmo como la atención mediática internacional de la que tanto disfruta.