Desde el pasado viernes, día de la muerte de Navalni, han sido detenidas unas 400 personas, 150 de las cuales ya han sido condenadas a penas cortas de cárcel.
Numerosos ciudadanos de Rusia siguen depositando flores en homenaje al líder de la oposición, Alexéi Navalni, tras su repentina muerte en una prisión del Ártico. Sus muestras de dolor y su reconocimiento entraña peligro, ya que se arriesgan a ser detenidos, en un país donde hasta la disidencia más leve puede generar una intervención policial. Desde el pasado viernes, día de la muerte de Navalni, han sido detenidas unas 400 personas, 150 de las cuales ya han sido condenadas a penas cortas de cárcel.
Al parecer, el cadáver de Navalni permanece "en la morgue", cerca del remoto complejo penitenciario donde murió de manera repentina. Su familia y sus aliados acusan a las autoridades rusas de ocultar el cuerpo. Creen firmemente que el presidente Putin debe responder por su muerte. Fuentes gubernamentales afirman que se ha realizado una autopsia, pero que no ha sido concluyente y que es necesaria una segunda.
Homenajes en todo el mundo para recordar la figura de Alexéi Navalni
La muerte del hombre que ha sido reconocido como el más destacado crítico del Kremlin en Rusia, ha provocado homenajes en todo el mundo. En el Reino Unido se colocaron flores cerca de la embajada rusa en Londres. En clara alusión a Moscú, uno de los mensajes escritos decía: "Podéis matar al hombre, pero no la verdad".
Varios centenares de personas protestaron en Berlín contra la política del presidente ruso, Vladímir Putin. Poco antes de la manifestación, el grupo musical disidente Pussy Riot realizó su propia protesta. Integrantes del colectivo ruso, y simpatizantes, ataviados con máscaras rosas, corearon consignas como "Putin, el asesino" frente a la embajada de Rusia.