Cientos de sitios culturales ucranianos, desde iglesias a museos, se han visto enormemente afectados por la guerra. Estas fotografías muestran el devastador balance del patrimonio cultural ucraniano.
Desde que Rusia inició la guerra contra Ucrania el 24 de febrero de 2022, numerosos sitios culturales de todo el país han sufrido daños de diversa consideración. Hasta el 7 de febrero de 2024, la UNESCO ha verificado daños en 342 sitios, lo que pone de relieve el impacto continuo de la guerra en el patrimonio cultural del país. Entre ellos hay 127 lugares religiosos, 150 edificios de interés histórico y artístico, 31 museos, 19 monumentos, 14 bibliotecas y 1 archivo.
Los registros fotográficos desempeñan un papel importante a la hora de captar el impacto de la guerra en el rico patrimonio cultural del país y ayudan a imaginar la magnitud de lo que se ha perdido.
El óblast de Donetsk (o región de Donetsk), en el este de Ucrania, ostenta la triste distinción de ser una de las regiones más afectadas por la guerra, como demuestra la lista de sitios verificados de la UNESCO. Situado dentro de este óblast, el frente oriental ha sido testigo de intensos combates desde que comenzó la guerra de Rusia en 2014. Como resultado, Donetsk ha soportado la peor parte del conflicto, siendo testigo de numerosas ciudades y pueblos arrasados.
Entre ellas se encuentra Mariupol, que sufrió una gran devastación y destrucción en las primeras fases de la agresión rusa contra Ucrania. La ciudad sufrió un prolongado asedio por parte de las fuerzas rusas, que causó graves víctimas civiles y daños generalizados en las infraestructuras y el patrimonio cultural. Hoy sigue ocupada ilegalmente por Rusia.
El patrimonio cultural ucraniano no sólo se destruye durante ataques deliberados o en combate, sino que también se lo llevan las fuerzas rusas. Más de 480.000 obras de arte han sido sustraídas ilegalmente por Rusia hasta principios de 2024, según declaró el Ministerio de Cultura de Ucrania a The Economist.
En particular, sólo del Museo de Jersón se robaron 28.000 obras de arte durante la ocupación de la ciudad, lo que pone de manifiesto la persecución sistemática de los tesoros culturales.