Los recientes ataques de activistas climáticos contra obras artísticas como la famosa Mona Lisa preocupan al Museo Grévin, el museo de cera de París.
El Museo Grévin de París, que alberga una gran colección de figuras de cera dedicadas a la historia de Francia, intensifica la seguridad para evitaractos de vandalismo.
La reciente oleada de ataques de activistas climáticos contra obras artísticas en museos en Francia y otros países ha obligado a la dirección del museo a duplicar sus gastos de seguridad, hasta un millón de euros al año.
Hace pocas semanas, dos activistas arrojaron sopa contra el cristal blindado que protege la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, conservada en el Museo del Louvre de París.
Registro de pertenencias
Ahora, en la entrada del Museo Grévin, agentes de seguridad registran las pertenencias de los visitantes, prestando especial atención a elementos como salsa de tomate, o cosas similares, que puedan usarse para destrozar el arte.
La videovigilancia también se ampliará significativamente. Según el museo, estas medidas son necesarias porque, por ejemplo, los cuadros, como la Mona Lisa, pueden protegerse fácilmente con vidrio blindado, pero las figuras y escenas de cera del Museo Grévin son más difíciles de proteger.