La lucha contra la autocracia es el principal desafío de Europa a día de hoy. Debemos defender los valores que nos definen.
PUBLICIDADLa trayectoria de Europa durante tres cuartos de siglo es reflejo de una visión articulada por uno de sus padres fundadores, Robert Schuman: “Europa no se hará de una vez, ni según un plan único. Se construirá a partir de logros concretos…”. Fiel a la previsión de Schuman, Europa ha evolucionado paso a paso, mejorando profundamente con cada logro la vida de sus ciudadanos.
Esta Europa en evolución trasciende las definiciones geográficas y encarna a una comunidad comprometida con los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho. Estos valores que abandera el Consejo de Europa, principal organización defensora de los derechos humanos, el Estado de derecho y la democracia en nuestro continente, son los mismos por los que muchos bielorrusos y bielorrusas luchan hoy con valentía.
Para el pueblo bielorruso, el camino hacia Europa pasa por Estrasburgo. El Consejo de Europa es clave para el futuro democrático de su país.
A pesar de que Bielorrusia nunca fue un Estado miembro, esto no ha impedido al Consejo de Europa trabajar para acercar el país a los valores europeos. Sin embargo, los contactos oficiales y la cooperación se han interrumpido abruptamente desde el inicio de la agresión a gran escala de Rusia contra Ucrania.
En 2022, tras cesar toda relación con el régimen de Minsk, el Consejo de Europa estableció en su lugar un Grupo de Contacto con las fuerzas democráticas y la sociedad civil bielorrusa, una iniciativa pionera que sirve ahora de modelo para otras organizaciones.
Nunca antes se había comprometido de ese modo con las fuerzas democráticas de una nación en ausencia de lazos con su gobierno formal. Este audaz paso subraya la naturaleza extraordinaria de nuestros tiempos y el necesario papel de apoyo a las aspiraciones democráticas de Bielorrusia.
Derribar las barreras a la democracia
No debe subestimarse la importancia del papel y el propósito del Consejo de Europa para el valiente pueblo de Bielorrusia, que se enfrenta a los retos de la represión y a la lucha por una sociedad democrática. La experiencia de la organización apoyando y supervisando la transición democrática de los países europeos proporciona a Bielorrusia un marco a seguir.
Además, esta plataforma ofrece a los bielorrusos una voz en un dialogo europeo más amplio acerca de la democracia y los derechos humanos. Algo que es crucial para personas que han permanecido aisladas a causa de las acciones del actual régimen. Queremos ver desaparecer las barreras a la democracia erigidas por el régimen de Lukashenko.
Esto incluye apoyar a la sociedad civil y a los medios de comunicación independientes, también a periodistas en el exilio, ayudar a presos políticos y a sus familias,y ofrecer asesoramiento en la reforma de sistemas legales y políticos.
La Plataforma para la Seguridad de los Periodistas del Consejo de Europa, a través de las organizaciones asociadas, continúa vigilando la situación en Bielorrusia. En su informe anual aparecido ayer confirma que Bielorrusia ostenta el récord de periodistas detenidos (38 a finales de 2023).
De cara al futuro, debemos trabajar por reformas fundamentales, como la abolición de la pena de muerte, que será crucial para que Bielorrusia se alinee con las normas europeas y supondría un avance simbólico hacia una sociedad más humana y más justa.
El Grupo de Contacto ha acordado recientemente un plan de acción compuesto por 15 acciones específicas. No se trata de ambiciones abstractas sino de pasos inmediatos hacia resultados tangibles. Juntos, esparcimos las semillas de un cambio significativo.
Europa no se construyó en un día
Es importante destacar que, en todo esto, bielorrusos y bielorrusas que comparten ideales son tratados como socios dispuestos a contribuir a un futuro compartido. Aportan no solo la voluntad de participar en la reforma democrática, también su experiencia en áreas fundamentales para el futuro de Europa como la regulación de la Inteligencia Artificial y la garantía de la sostenibilidad medioambiental.
El mejor futuro para Bielorrusia es uno verdaderamente europeo, marcado por el compromiso con los valores que definen nuestro continente a día de hoy, centrado en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que es nuestra norma fundamental.
Recorrer el camino del futuro democrático que constituye la comunidad europea y, en definitiva, sus instituciones, requiere valentía, resiliencia y solidaridad internacional. Pero el destino es el correcto para el pueblo bielorruso. Merecen la estabilidad, prosperidad y la libertad que traen consigo.
Paso a paso, lo haremos posible juntos. Como la antigua Roma, Europa no se hizo en un día. Pero cada día podemos avanzar, defendiendo los valores que nos definen como comunidad de derechos humanos, democracia y Estado de derecho.
Sviatlana Tsikhanouskaya es la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, y Marija Pejčinović Burić es la secretaria general del Consejo de Europa.
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