Comienza el programa de entrenamiento de 45.000 voluntarios para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París. Un sueño para muchos, aunque algunos se quejan de los costes que deben asumir para vivir la experiencia.
Unos 45.000 voluntarios, con paridad de género, se congregaron en el Estadio de Francia, en Saint-Denis (cerca de París), para dar el pistoletazo de salida a su misión olímpica con el comienzo de su programa de entrenamiento.
Los equipos de France Télévisions se reunieron el sábado con voluntarios de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024. Algunos nunca imaginaron que participarían en el mayor evento deportivo del mundo.
Laurent Harrissart, un fisioterapeuta voluntario, sí esperaba involucrarse en la cita, pero el sueño olímpico llega para él 12 años más tarde de lo previsto. Nunca es tarde si la dicha es buena, según su visión. "¡Tenía que participar en los Juegos Olímpicos a mi manera! He estado esperando esto durante tanto tiempo... Esperaba participar en 2012, y han pasado 12 años desde entonces. Pero ahora estoy aquí y estoy muy feliz", dice Harrissart.
La aventura tiene un precio, y para Laurie Richardson, una voluntaria estadounidense, ha requerido ahorros y, por suerte, el respaldo de sus amigos, que le ofrecen alojamiento, con lo que evita pagar los desorbitados precios que se esperan en los hoteles parisinos durante el evento.
"Sin esto no creo que hubiera sido posible, ya que resulta muy caro, más aún para quienes buscan alojamiento. Espero que encuentren una solución porque es un honor servir en los juegos", cuenta Richardson.
Los voluntarios tan solo contarán con gastos pagados en concepto de una comida al día y los desplazamientos en transporte público dentro de la región parisina, algo que ha decepcionado a algunos. "Tengo que admitir que estoy un poco decepcionada", dice la voluntaria francesa Fethie Foures.