Los palestinos conmemoran este miércoles, con protestas y otros eventos en toda la región de Oriente Medio, el 76 aniversario de su expulsión masiva de lo que ahora es Israel, en un momento de creciente preocupación por la catástrofe humanitaria en Gaza y nuevos desplazamientos forzosos.
La 'Nakba', que en árabe significa “catástrofe”, hace referencia a los 700.000 palestinos que huyeron o fueron expulsados de lo que hoy es el Estado de Israel antes y durante la guerra que rodeó su creación en 1948.
Las agencias de la ONU dicen que, solo en la última semana, 550.000 personas (casi una cuarta parte de los 2,3 millones de habitantes de Gaza) se han visto forzadas a desplazarse, mientras las fuerzas israelíes han avanzado posiciones en la ciudad sureña de Rafah, a lo largo de la frontera con Egipto, y han invadido de nuevo áreas del norte de Gaza.
Alrededor del 80% de la población de Gaza, de 2,3 millones de palestinos, ha huido de sus hogares desde el comienzo de la guerra, y muchos han tenido que desplazarse en busca de refugio varias veces ante los incesantes ataques israelíes sobre población civil.
Israel intensifica su ofensiva en Rafah y el norte, mientras la crisis humanitaria continúa agravándose
Israel ha estado intensificando sus operaciones militares en Rafah, una ciudad a lo largo de la frontera sur de Gaza con Egipto, y en el norte de Gaza, donde Hamás se ha reagrupado.
Alrededor de 450.000 palestinos han sido expulsados de Rafah durante la semana pasada, informó el martes la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. En el norte de Gaza, las órdenes de evacuación israelíes han desplazado hasta ahora al menos a 100.000 personas.
Durante la última semana no ha entrado ningún alimento en los dos principales cruces fronterizos del sur de Gaza. Alrededor de 1,1 millones de palestinos están al borde de la hambruna, según la ONU, mientras que en el norte de la Franja se produce una “hambruna en toda regla”.
Israel ha retratado a Rafah como el último bastión de Hamás, ignorando las advertencias de Estados Unidos y otros aliados de que cualquier operación militar de alcance allí sería catastrófica para los civiles.
Los ataques israelíes durante los siete meses de guerra han matado a más de 35.000 personas en Gaza, la mayoría de ellas mujeres y niños.