Los servicios de inteligencia alemanes suponen que Rusia está utilizando los llamados "agentes desechables", civiles reclutados que realizan actividades de sabotaje, espionaje o propaganda a cambio de un poco de dinero.
Moscú recurre cada vez más a un espacio híbrido para atacar a Alemania: con espionaje, desinformación y, presumiblemente también, con vuelos de drones. Según el canciller Friedrich Merz, puede que no estemos en guerra, pero tampoco corren tiempos de paz.
Las últimas semanas se han visto ensombrecidas por los sobrevuelos con drones de infraestructuras militares, críticas y civiles, como el aeropuerto de Múnich. Tanto la Cancillería como el ministro de Defensa Boris Pistorius han culpado a Rusia de algunos de los sobrevuelos.
Sin embargo, aún no está claro quién controlaba exactamente los drones. Para ello sería necesario atrapar a los operadores de las aeronaves no tripuladas. De momento, parece que no se ha recuperado ni uno solo de los drones. Sin embargo, está claro que hay dos tipos de sobrevuelos: las misiones profesionales con drones más grandes y los vuelos de aficionados con modelos más pequeños disponibles en el mercado.
En el caso de estos últimos, se sospecha que algunos de los vuelos pueden haber sido realizados por los llamados "agentes desechables", también conocidos como "agentes de bajo nivel".
Agentes desechables: Corto despliegue, alto riesgo
Recientemente, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el Servicio Federal de Inteligencia (BND), la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA) y el Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) publicaron una advertencia en la que aconsejaban a la gente que no se dejara contratar como "agentes desechables" por agentes extranjeros.
Se trata de personas que suelen ser contratadas a través de las redes sociales para llevar a cabo acciones "pequeñas" y "sutiles", como daños a la propiedad, espionaje o incendios provocados, por una suma relativamente pequeña.
"Los agentes desechables se utilizan generalmente para acciones tangibles", explica en una entrevista con 'Euronews' Christopher Nehring, experto en desinformación y director de Inteligencia del Cyber Intelligence Institute.
Sin embargo, admite que aunque estos agentes realizan labores de inteligencia, no se les puede calificar de espías, ya que el espionaje se refiere a la recopilación encubierta de información. "En realidad, no se utilizan para eso", afirma Nehring, y añade que, en lugar de recopilar información, prenden fuego a cosas, pegan pegatinas de propaganda en las paredes, pintan graffitis o rompen cosas.
¿Es suficiente la ideología para convertirse en un agente de bajo nivel?
El experto en terrorismo y director del Counter Extremism Project Hans Jakob Schindler explica en una entrevista con 'Euronews' que a estos "agentes" sólo se les contrata para una cosa, por lo que no conocen las estructuras de los servicios de inteligencia rusos en Alemania y Europa. Eso sí, no sólo actúan en Alemania, sino en toda Europa.
Para los agentes extranjeros, incluida Rusia, tienen por tanto la ventaja del anonimato. Suelen ser localizados a través de canales de Telegram afines a Rusia en los que han llamado la atención con declaraciones prorrusas. A continuación se contacta y contrata a los agentes, que según Schindler suelen ser hombres y tener un nivel educativo inferior.
"En realidad, se trata de encontrar a alguien que esté ideológicamente motivado para ayudar o que tenga un interés financiero, idealmente ambas cosas", dice Schindler. Sin embargo, según Schindler, casi nadie se implica únicamente por motivos ideológicos, ya que el dinero siempre juega un papel. "Circunstancias económicas precarias más proximidad ideológica es prácticamente el paquete ideal", añade el experto en terrorismo.
El asunto de los "agentes desechables" es relativamente sencillo, asegura Schindler. Se trata de llevar a cabo tantas operaciones pequeñas como sea posible, que pueden funcionar a gran escala; pero también cuestan poco y, naturalmente, minimizan el riesgo para la parte rusa, explica.
Nehring está de acuerdo y confirma que las acciones de los agentes no suelen ser "realmente complicadas". Cuando se trata de operaciones de sabotaje, suelen ser acciones a pequeña escala y de daños relativamente bajos, cuya cantidad crea una sensación de inseguridad. "La guerra híbrida no pretende derribar a Alemania o a la OTAN, sino debilitar políticamente la voluntad de defensa, creando una enorme sensación de inseguridad", afirma Nehring. Muchas de sus acciones pueden parecer inofensivas a primera vista, pero se consideran presagios de una nueva escalada.
¿Qué aspecto tienen estos actos de sabotaje?
Durante la campaña electoral de principios de año, más de 270 coches de varios estados federados fueron saboteados con espuma de construcción y decorados con pegatinas que mostraban la cara del candidato verde a la cancillería, Robert Habeck, y el lema"Sé más verde".
En un principio se sospechó de activistas climáticos, pero según una investigación del diario 'Der Spiegel', se cree que fue un acto de sabotaje ruso, con el objetivo de agitar los ánimos contra los Verdes y su candidato a canciller.
Sin embargo, la atención se centra también en el apoyo militar a Ucrania. Recientemente se informó de que drones espías rusos estaban espiando entregas de armas a Ucrania. También se utilizan "agentes desechables" para acciones de este tipo, entre ellos Dieter S. y Alexander J., que tuvieron que responder por ello ante el Tribunal Regional Superior de Múnich.
La acusación contra Dieter S. es que prometió a un contacto llevar a cabo atentados explosivos e incendiarios contra infraestructuras militares e instalaciones industriales en Alemania. Según los investigadores, Alexander J. le ayudaba desde marzo de 2024 a más tardar.
Se dice que exploraba objetivos potenciales y enviaba imágenes y material de vídeo, por ejemplo de transportes militares, a su contacto. Según la acusación, los planes tenían por objeto obstaculizar el apoyo alemán a Ucrania. Uno de los posibles objetivos era una línea de ferrocarril utilizada para el transporte de armas.
El anonimato de internet permite a los agentes extranjeros cubrir sus huellas en este tipo de acciones y hacerse "ilocalizables". Si el agente contratado es descubierto durante su misión de sabotaje o espionaje, como en el caso de Dieter S., sólo él es responsable del delito.
¿Cómo trata su empleador a los "agentes desechables"?
Según los servicios de inteligencia, Rusia recurre cada vez más a esbirros sin experiencia. La razón: desde el inicio de la guerra de agresión contra Ucrania, a los servicios de inteligencia rusos les resulta cada vez más difícil desplegar a sus propios agentes en Alemania.
Aunque no se conoce una cifra exacta, diversos informes afirman que al menos 60 diplomáticos rusos han sido expulsados de Alemania desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania. No todos los diplomáticos rusos son automáticamente espías, pero muchos servicios de inteligencia occidentales suponen que algunos diplomáticos son utilizados para el espionaje. Gozan de inmunidad y están acreditados oficialmente para tareas políticas, económicas o culturales.
Debido a esta restricción, en los círculos de seguridad también se habla del uso de "agentes de bajo nivel" como un "acto de desesperación". "En ese sentido, los agentes desechables son desechados", explica Schindler, y añade que a la parte rusa no le importa el destino de los agentes de corta duración. "Sólo les interesa causar inseguridad y recabar información".
Los delitos son punibles desde el "sabotaje anticonstitucional", con una pena de prisión de hasta cinco años, hasta la "actividad de agente de los servicios secretos", en casos especialmente graves, con una pena de prisión de hasta diez años.
Hasta ahora, los investigadores normalmente sólo han podido atrapar a los presuntos "agentes desechables" y no a las personas que los ordenaron. Según una investigación de 'ZDF frontal', este es un dilema constante para la Oficina Alemana de Protección de la Constitución: incluso después de una investigación exhaustiva, a menudo no se puede identificar a los responsables sin dejar lugar a dudas.