La Generalitat ha pedido ayuda a la UME para contener el brote de peste porcina africana en Collserola, donde ya se han hallado 14 jabalíes muertos. El parque permanece cerrado y se han desplegado controles en un amplio perímetro para evitar la expansión del virus.
Las autoridades catalanas han ofrecido este lunes la primera hipótesis sobre el origen del brote de peste porcina africana (PPA) en Cataluña: un bocadillo de embutido en mal estado. "La posibilidad de que el virus provenga del abandono de embutido contaminado en un bocadillo es muy alto", dijo a los medios de comunicación el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, aunque señaló que aún es pronto sacar conclusiones.
"El brote se ha detectado en una zona donde circulan muchos camiones y hay áreas de servicio. La posibilidad de que un jabalí haya injerido comida infectada es elevada", añadió.
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) expresó su malestar tras las declaraciones del 'conseller' de Agriculturaal sugerir que la peste porcina africana (PPA) haya llegado a España por carretera en un embutido contaminado. En un comunicado, la CETM lamenta dichas declaraciones, pues "sugieren -sin prueba alguna- que un camionero podría ser el origen de un brote de PPA tras consumir un bocadillo con embutido extranjero y arrojar los restos por la ventanilla", argumentan que los conductores profesionales trabajan "con responsabilidad y civismo".
El domingo, la Generalitat pidió ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME) para controlar el brote, detectado en la sierra de Collserola (Barcelona), tras el hallazgo de múltiples cadáveres de jabalíes salvajes en la zona. En total, se han localizado hasta ahora 14 jabalíes muertos (dos con infección confirmada y varios siguen bajo análisis), lo que eleva la alarma sanitaria por ser el primer foco de PPA registrado en España desde 1994.
El Govern incorpora más efectivos para controlar el brote
La administración regional confirmó que el lunes se incorporaron al dispositivo de vigilancia 117 efectivos de la UME en la zona de Cerdanyola del Vallès, donde ya operaban unos 250 agentes.
El Govern ha dispuesto un perímetro de seguridad de seis kilómetros alrededor del foco, con acceso restringido salvo para residentes. Además, se ha establecido un área de vigilancia de 20 kilómetros donde se suspenden actividades al aire libre, caza y turismo, y se ha cerrado al público Collserola.
También se han revisado las 39 granjas de cerdos ubicadas en la zona de vigilancia: hasta ahora no hay cerdos domésticos afectados.
Consecuencias económicas potencialmente devastadoras
El consejero de Agricultura de la Generalitat, Òscar Ordeig, ha advertido de que el brote podría afectar a un porcentaje significativo del PIB regional si no se detiene, y ha exigido máxima colaboración ciudadana: "Es imprescindible no acercarse a Collserola", ha señalado en X.
El consejero recordó además que el sector porcino catalán es especialmente vulnerable ante un brote como este. Cataluña exporta alrededor de 3.000 millones de euros en productos porcinos cada año, de los cuales unos 1.000 millones se destinan a países de fuera de la Unión Europea. Son precisamente estas ventas extracomunitarias las que quedan automáticamente bloqueadas cuando aparece un caso de peste porcina africana.
Ordeig explicó que este cierre total de exportaciones es el procedimiento estándar, pero que puede suavizarse a través de negociaciones bilaterales lideradas por el Gobierno central, con el objetivo de que los países importadores limiten el veto a una provincia o incluso a una zona concreta, en lugar de aplicar la restricción a todo el territorio español.
El 'conseller' admitió que estos acuerdos dependerán en gran medida de la capacidad de contener el foco en los próximos días. Subrayó que Cataluña parte con cierta ventaja, ya que el virus no ha llegado a las explotaciones ganaderas: "A favor nuestro es que no tenemos la PPA dentro de granjas, solo un foco concreto en cerdos salvajes (jabalíes)", señaló, insistiendo en que los próximos días serán decisivos para comprobar si la infección queda acotada a un área reducida.