La Policía Nacional ha desmantelado una "guardería", como se conoce a los almacenes clandestinos del narcotráfico, en Jerez de la Frontera, donde se ocultaban 3.800 kilos de hachís y dos fusiles AK-47.
La Policía Nacional ha incautado cerca de cuatro toneladas de hachís y dos fusiles de asalto AK-47 en una "guardería" situada en Jerez de la Frontera, en el sur de España, en una operación que pone de relieve la creciente sofisticación y armamento de las redes de narcotráfico que operan a las puertas de Europa.
La intervención, que se saldó con dos personas detenidas, forma parte del Plan Meridional-Tarteso, una estrategia impulsada por las autoridades españolas para combatir el tráfico de drogas en la fachada sur del país y las rutas que abastecen al mercado europeo.
Según la investigación policial, las organizaciones criminales utilizan los últimos tramos navegables del río Guadalete para introducir grandes cargamentos de droga desde el mar. El método consiste en emplear lanchas neumáticas de pequeño tamaño, con uno o dos motores, que se desplazan hasta la desembocadura del río para encontrarse con embarcaciones de alta velocidad que actúan como "nodrizas".
Estas lanchas, cargadas con grandes cantidades de hachís procedente del norte de África, abastecen a las llamadas "gomas", que remontan el río para alijar la mercancía en sus orillas. Desde allí, la droga es trasladada en vehículos todoterreno o furgonetas robadas hasta las denominadas "guarderías", inmuebles rurales donde se almacena antes de su distribución a distintos puntos de España y otros países de la Unión Europea.
Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones de la barriada de El Portal, en Jerez, ante la sospecha de que se había descargado recientemente un cargamento en una finca de la zona. Durante la operación observaron a dos hombres en actitud de espera en el interior del inmueble, antes de la llegada de varios vehículos que comenzaron a descargar grandes fardos de arpillera, el embalaje habitualmente utilizado para transportar hachís.
Al acceder a la finca, la Policía localizó 95 fardos, algunos aún húmedos, con un peso total de 3.800 kilos de hachís, así como dos subfusiles AK-47 y tres cargadores con munición, un hallazgo que refuerza la preocupación de las autoridades por la creciente militarización de los grupos narcotraficantes en el sur de Europa.
Las dos personas presentes en el lugar fueron detenidas y puestas a disposición judicial. La investigación continúa abierta y la Policía no descarta nuevas detenciones en los próximos días.