Desde que el multimillonario ruso vendió el Chelsea en 2022, presionado por el Gobierno británico, los fondos de la venta están congelados. El primer ministro Starmer le permite ahora utilizarlos, pero solo para una causa: ayudar a Ucrania.
Reino Unido ha emitido una licencia que permite transferir 2.800 millones de euros procedentes de la venta del Chelsea Football Club por parte de Roman Abramovich a causas humanitarias en Ucrania, advirtiendo al oligarca ruso de que se enfrenta a acciones legales en caso de incumplimiento, declaró el miércoles el primer ministro Keir Starmer ante la Cámara de los Comunes.
"El tiempo corre para que Roman Abramovich cumpla el compromiso que adquirió cuando se vendió el Chelsea FC y transfiera los 2.500 millones de libras (2.800 millones de euros) a una causa humanitaria para Ucrania", declaró Starmer. "Este Gobierno está dispuesto a hacerlo cumplir a través de los tribunales para que cada céntimo llegue a aquellos cuyas vidas han sido destrozadas por la guerra ilegal de Putin".
Según la nueva licencia, los beneficios deben destinarse a causas humanitarias en Ucrania, pero las ganancias futuras podrán gastarse de forma más amplia en víctimas de conflictos en todo el mundo. Pero los fondos no pueden beneficiar a Abramovich ni a otras personas sometidas a sanciones.
Fuera de la luz pública
El Reino Unido sancionó a Abramovich en una ofensiva contra los oligarcas rusos tras la invasión a gran escala de Ucrania por Moscú en 2022, lo que desencadenó una venta precipitada del club de fútbol de la Premier League inglesa.
Desde entonces, los fondos están congelados en medio de un punto muerto en las negociaciones con el multimillonario ruso sobre si deben gastarse exclusivamente en Ucrania o también fuera del país.
"Es inaceptable que se permita que más de 2.500 millones de libras de dinero adeudado al pueblo ucraniano permanezcan congelados en una cuenta bancaria del Reino Unido", declaró en el comunicado la Ministra de Hacienda, Rachel Reeves. El Gobierno británico ha prometido crear una fundación para desembolsar los fondos, dirigida por Mike Penrose, antiguo director de Unicef en el Reino Unido.
La medida se produce mientras los líderes europeos prosiguen esta semana las conversaciones sobre otro plan para utilizar los activos rusos congelados para financiar a Ucrania en los próximos años, con una reunión de líderes prevista para el jueves.
Abramovich ha estado alejado de la escena pública desde que Rusia comenzó su invasión a gran escala de Ucrania, y el Reino Unido lo sancionó por sus estrechos vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin. Desde entonces ha mantenido un perfil bajo y, al parecer, pasa su tiempo entre Moscú, Estambul y Tel Aviv, donde no está sometido a sanciones.
Al parecer, Abramovich trabajó en las negociaciones entre Ucrania y Rusia para el intercambio de prisioneros de guerra. Mientras intentaba negociar un acuerdo de paz en las primeras semanas de la guerra total de Moscú en 2022, Abramovich sufrió síntomas de un presunto envenenamiento.