Las denuncias llegan días después de un caso separado que afectó a un niño de ocho años, lo que ha llevado a las autoridades de París a remitir el asunto a los tribunales.
Se trata de un nuevo escándalo que afecta al sistema deprotección a la infancia de París, conocido como Ayuda Social a la Infancia (ASE, por sus siglas en francés). Tras el caso de un niño de 8 años al que le raparon el pelo a la fuerza como "castigo" en un hogar de acogida parisino, un episodio que conmocionó al país, una segunda madre ha declarado que sus dos hijos, de 3 y 4 años, sufrieron una experiencia similar en otro centro de acogida de la capital francesa.
El primer video del niño de 8 años fue grabado en febrero de 2025 y se hizo público en diciembre de 2025, provocando que las autoridades de París remitieran el caso a los tribunales.
Respecto a este segundo caso, en declaraciones a la emisora pública 'Franceinfo' este jueves, la mujer contó que a los niños les raparon la cabeza por completo en julio mientras vivían en un hogar del distrito 18 de París. Añadió que planea presentar una denuncia formal en las próximas semanas.
Según la madre, el incidente ocurrió poco después de que un juez de menores ordenara el internamiento temporal de los niños, una decisión que, al parecer, se tomó para protegerlos durante una difícil separación parental. La madre afirma que, cuando visitó el centro por primera vez, se sorprendió al descubrir que ambos niños no tenían pelo, y añadió que se sintió "despojada" de su rol como madre.
Según las explicaciones que le dio la directora del hogar de acogida, el corte de pelo radical se debió a la presencia de piojos en el centro. Sin embargo, la madre afirma que solo autorizó un corte de pelo sencillo.
La Fundación OVE, que gestiona el hogar en cuestión, reconoce que efectivamente se realizó el corte de pelo. El director general de OVE, Christian Berthuy, explicó a 'Franceinfo' que esta decisión se tomó "tras conversaciones entre profesionales y con el consentimiento de la madre" para que el tratamiento fuera más eficaz y evitar la propagación de piojos entre los demás niños. Sin embargo, Berthuy admitió que "rapar el pelo no es una tarea rutinaria para los cuidadores".
En respuesta a este incidente, el Ayuntamiento de París anunció que había llevado el asunto a los tribunales. También indicó que había citado al director de la asociación que gestiona el hogar y que tenía previsto reunirse con la familia en los próximos días.
En cuanto al otro caso, el del niño de ocho años que fue rapado en febrero en otro hogar parisino, la fiscalía municipal ha abierto una investigación por "violencia deliberada". El Ayuntamiento de París ha calificado el incidente de "extremadamente grave".