Reunidos en Tokio por primera vez a nivel de líderes, los Estados de Asia Central y Japón establecieron un marco para una cooperación política, económica y sectorial más profunda en medio de los crecientes desafíos regionales y mundiales.
El desarrollo de las infraestructuras de transporte, la reducción de las emisiones de carbono y los intercambios interpersonales fueron las tres áreas prioritarias destacadas en una declaración conjunta tras la cumbre del C5+ Japón, celebrada en Tokio.
Los líderes de los cinco Estados centroasiáticos debatieron con la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, cómo definir una nueva etapa de cooperación regional.
La cumbre reunió a los presidentes de Uzbekistán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán, y fue la primera vez que el diálogo "Asia Central + Japón" se elevaba al nivel de jefes de Estado desde su creación hace más de dos décadas.
La primera ministra japonesa Takaichi describió Asia Central como una región de creciente importancia geopolítica y económica, destacando su papel como nudo de unión entre Europa y Asia, sus recursos energéticos y minerales, y su fuerte crecimiento económico y demográfico.
Anunció el lanzamiento de la Iniciativa de Tokio CA+JAD, destinada a apoyar el desarrollo industrial y la diversificación en Asia Central y a reforzar los lazos mutuamente beneficiosos con Japón.
La iniciativa se centra en tres áreas prioritarias como son la ecología y la resiliencia, la conectividad y el desarrollo de los recursos humanos, e incluye un objetivo de 3 billones de yenes (unos 17.900 millones de euros) en proyectos empresariales durante los próximos cinco años.
La iniciativa japonesa de Tokio
En el ámbito de la ecología y la resiliencia, Japón se comprometió a cooperar en la transición energética, las medidas contra el cambio climático, la reducción del riesgo de catástrofes y el refuerzo de las cadenas de suministro de minerales esenciales.
Tokio también anunció su apoyo al desarrollo de la Ruta Transcaspiana de Transporte Internacional, también conocida como el Corredor del Medio, y el lanzamiento de una Asociación de Cooperación en Inteligencia Artificial entre Japón y Asia Central.
El desarrollo de los recursos humanos incluirá la continuación de los programas de becas, la cooperación en los ámbitos sanitario y médico, e iniciativas de formación profesional. Japón también confirmó sus planes de convocar la reunión de ministros de Justicia de Asia Central + Japón, añadiendo así una dimensión institucional al diálogo.
Los líderes de Asia Central acogieron con satisfacción la Iniciativa de Tokio y expresaron su interés en desarrollar proyectos conjuntos en las tres áreas prioritarias.
Uzbekistán: infraestructuras, energía y cooperación digital
En su intervención en la cumbre, el presidente uzbeko, Shavkat Mirziyoyev, recordó que Japón fue el iniciador del diálogo Asia Central más Japón hace más de 20 años y afirmó que la primera reunión a nivel de cumbre marcaba una nueva fase en la cooperación.
"Confiamos en que aunando esfuerzos podamos lograr resultados tangibles", dijo Mirziyoyev, citando un proverbio japonés que dice que "si unes fuerzas, puedes mover montañas".
Mirziyoyev propuso celebrar cumbres a nivel de jefes de Estado cada dos años y se ofreció a acoger una de las futuras reuniones en Uzbekistán. También abogó por el desarrollo de una Estrategia de Cooperación Asia Central-Japón hasta 2040, centrada en programas y proyectos prácticos.
La cooperación económica ocupó un lugar destacado en las propuestas de Uzbekistán. El presidente uzbeko acogió con satisfacción el mayor compromiso de las instituciones financieras japonesas y sugirió establecer un fondo de inversión para infraestructuras y desarrollo industrial en Asia Central, junto con una red regional de parques tecnológicos japoneses para apoyar la cooperación industrial y la transferencia de tecnología.
La transformación digital fue otro punto clave. Mirziyoyev propuso crear un centro digital Asia Central-Japón para la cooperación en IA, ciberseguridad, internet de las Cosas y soluciones digitales. También expresó su interés en la participación japonesa en proyectos de transporte a gran escala, incluidos ferrocarriles de alta velocidad, autopistas, aeropuertos y corredores de transporte digitalizados, y destacó la cooperación en curso con Sojitz en el nuevo Aeropuerto Internacional de Tashkent.
Mirziyoyev también subrayó que Uzbekistán pretende reducir las emisiones de carbono hasta en un 50% para 2035 y aumentar la cuota de energía verde en la generación de electricidad hasta el 54% para 2030. Pidió proyectos conjuntos de energías renovables, la introducción de tecnologías de cogeneración y soluciones de captura de carbono, así como la creación de un centro regional de formación en energías renovables en Tashkent.
También instó a estrechar la cooperación en materia de calidad del aire, adaptación al clima y seguridad sísmica, proponiendo un programa regional basado en la experiencia japonesa, que incluya formación para ingenieros, arquitectos y servicios de emergencia.
Kazajistán: tránsito, energía y seguridad del agua
El presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, subrayó la importancia simbólica de la celebración de la cumbre en Tokio, describiéndola como un hito para toda la región.
Tokayev destacó el creciente papel de Asia Central como centro de transporte y logística, señalando que más del 80% del transporte terrestre de mercancías entre Asia y Europa pasa por Kazajistán. Subrayó la importancia de desarrollar la Ruta Transcaspiana de Transporte Internacional y celebró la decisión de Japón de apoyar la mejora de los procedimientos aduaneros en el puerto de Aktau, en el mar Caspio.
La cooperación energética ocupó un lugar destacado en el discurso de Kazajistán. Tokayev afirmó que el país está interesado en las tecnologías e inversiones japonesas tanto en proyectos de energías tradicionales como limpias, y subrayó la necesidad de una transición energética equilibrada y justa. Señaló el papel de Kazajistán como gran productor de carbón y proveedor de alrededor del 40% del combustible nuclear mundial, destacando las oportunidades de cooperación en materia de seguridad nuclear, gestión de residuos y formación de especialistas.
El presidente kazajo también llamó la atención sobre las reservas de Asia Central de elementos de tierras raras y otros minerales críticos, y afirmó que la región podría desempeñar un papel más importante en las cadenas de suministro mundiales. Asimismo, acogió con satisfacción el proyecto Next-Generation SmartMining Plus, puesto en marcha con Japón para digitalizar las operaciones mineras y mejorar la sostenibilidad medioambiental.
Tokayev subrayó además la importancia de la seguridad hídrica y la agricultura sostenible, y propuso una cooperación más estrecha en materia de tecnologías de ahorro de agua, investigación aplicada y seguimiento por satélite. Sugirió establecer una plataforma de investigación sobre agricultura sostenible con la participación de científicos y expertos japoneses.
Los líderes de Asia Central y el primer ministro de Japón acordaron también que la próxima cumbre Asia Central-Japón se celebre en Kazajistán, subrayando el papel de Astana en el futuro desarrollo del diálogo.
Foro empresarial y acuerdos
Tras la cumbre, los líderes asistieron a un foro empresarial multilateral centrado en el comercio, la inversión y la cooperación industrial. Se presentaron varios proyectos conjuntos, entre ellos la construcción de dos centrales solares en Uzbekistán por Sumitomo, Chubu Electric Power y Shikoku Electric Power con el apoyo de JBIC y NEXI, la modernización de infraestructuras de TI con Toyota Tsusho, un centro médico multidisciplinar por Sojitz, y proyectos de minerales críticos en los que participa JOGMEC.
En total, más de 150 documentos fueron firmados y presentados por socios de los sectores público y privado al margen de la cumbre. Japón también anunció nuevos proyectos de ayuda oficial al desarrollo, que incluyen subvenciones y préstamos para Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán, así como un programa regional de reducción del riesgo de catástrofes en cooperación con el PNUD.
Los líderes adoptaron la Declaración de Tokio, en la que se esbozan las áreas de cooperación acordadas entre Asia Central y Japón.