Con unos 320.000 euros netos, el primer premio de la Lotería de Navidad permite comprar una vivienda, reducir la hipoteca o ganar tiempo. Aquí les dejamos una guía si usted ha sido uno de los agraciados.
Si no le ha tocado ni siquiera la 'pedrea' del sorteo de lotería más famoso de España, no se preocupe. A nosotros tampoco. Pero si es uno de los afortunados que acude a la administración de Lotería que le vendió el décimo y es el único ser humano que no ha pensado qué hacer si le toca tamaña cantidad de dinero; no se preocupe. 'Euronews' acude a su llamada y le proporcionamos un artículo.
Comprar un piso (pero no en cualquier ciudad)
Una de las ideas más socorridas es la compra de una vivienda modesta en una ciudad media o provincia. Porque en una ciudad grande olvídese. 'Euronews' ha realizado una búsqueda rápida en los portales de compra-venta de inmuebles y en Madrid, por ejemplo, por debajo de los 100.000€, apenas se encuentran pisos que cumplan unas condiciones mínimas de vivienda.
Y no es que busquemos lujos, pero el 85% están ocupados, el 5% alquilados o de nuda propiedad y otro 5% apenas es viable hacer cualquier tipo de vida entre esas cuatro paredes.
Pero pongamos un ejemplo (si la burbuja nos deja): en una ciudad media podemos comprar un piso por 170.000€, realizar una reforma razonable de 25.000€, y comprar muebles por 5.000€ y un coche de gama media por 25.000€. Total: 225.000 €. Le quedarían 95.000 € para impuestos, gastos y un colchón. No es glamour de portada de revista, pero levantarse sin ver el recibo de la hipoteca tiene premio psicológico (y silencios maravillosos).
Palanca para una casa mejor: la entrada que convence al banco
Si lo que quiere es una vivienda más cara (pongamos 400.000€), el premio sirve perfectamente como entrada del 20% (80.000 €). Si además reserva 20.000€ para obras, 25.000€ para coche y 8.000€ para un viaje de celebración, invierte 133.000€ inicialmente y le quedan 187.000€ para cuotas, fondos y contingencias. Es la opción del que especula con músculo: no todo pagado, pero sí con mucha menos angustia.
Comprar (un poco de) tiempo: años sabáticos con sentencia
Otra alternativa es usar el dinero como colchón temporal: unos 25.000€ al año durante 10 años suman 250.000€. Si añades un coche por 25.000€ y unas vacaciones especiales de 8.000€, el total llega a 283.000€ y te quedan 37.000€. Resultado: mañanas sin despertador, cursos, proyectos o escribir esa novela que solo existe en notas de móvil. No se hará rico, pero se ahorrará la prisa.
Mezcla sensata: inversión, ahorro y algún capricho
Para los prudentes: una cartera mixta. Ejemplo: 100.000€ en inversiones diversificadas, 30.000€ como fondo de emergencia, 80.000€ como entrada para una vivienda, 20.000€ en coche y 5.000€ en viaje. Gastas 235.000€ y te quedan 85.000€.
Fichar a Vinicius Jr.
El último Gordo ha recalado en la localidad leonesa de La Bañeza, de unos 11.000 habitantes, en buena medida gracias a participaciones vendidas por el Bañeza Fútbol Club, que milita en Primera Regional de Castilla y León. Su presidente, Gonzalo Prieto, acabó manteado en un campo de fútbol abarrotado y hasta bromeó con que, si "Vinicius está a disgusto", ellos lo fichan.
Caprichos y generosidad (con contrato emocional)
Sí, hay sitio para un capricho: un viaje largo, un coche mejor o celebrar a lo grande. También para ayudar a la familia: saldar una deuda, aportar a la cuenta corriente de un hijo o echar una mano. La recomendación periodística es que si va a repartir, ponga límites por escrito (o al menos por voz documentada). Las buenas intenciones se estropean con expectativas altas y conversaciones que empiezan con un "tú me debes un favor".
Advertencias prácticas (que nadie te cuenta entre los brindis):
• Planee: antes de firmar, consulte a un asesor financiero y a un abogado fiscal. Incluso la generosidad merece estrategia.
• Reserve: deje al menos 6–12 meses de gastos en liquidez antes de lanzarse a inversiones o grandes compras.
• Evite decisiones impulsivas: comprar por la emoción (o por el efecto champán) es una ruta directa a arrepentirse. Sí, el Ferrari rojo queda muy bien en la foto… pero la hipoteca no es muy fotogénica si vuelve con intereses.
Con 320.000€ no se compra la felicidad embotellada, pero sí un puñado de certezas: menos letra bancaria, más tiempo libre o la posibilidad de invertir en un futuro menos angustioso. En España, donde el precio de la vivienda y la presión salarial aprietan, ese margen puede traducirse en tranquilidad duradera. Y si al final te queda algo para invitar a unos cuantos cafés, hazlo: la generosidad sienta bien y las anécdotas para el bar estarán garantizadas.
Menos dinero que antes: el poder adquisitivo del Gordo se diluye
Los 328.000 euros que hoy recibe un décimo premiado, una vez descontados los impuestos, dan para bastante menos que las históricas 7,5 millones de pesetas que se llegaron a cobrar a mediados de los años sesenta, cuando el Gordo alcanzó su mayor valor real. En 1957, por ejemplo, los 3.000.000 de pesetas por décimo permitían comprar hasta diez pisos y diez coches en España, según cálculos de la Asociación Española de Administraciones de Lotería (Anapal).
La década dorada del premio
Diez años después llegó una actualización que situó el poder adquisitivo del Gordo en su punto más alto de las últimas décadas. Aunque el precio del décimo se encareció un 125%, de 400 a 1.000 pesetas, el premio también se duplicó: las 7.500.000 pesetas por décimo permitían entonces adquirir 12 pisos y 22 coches. Un nivel difícil de imaginar hoy.
Subir el premio… y también el décimo
El precio del décimo permanece congelado desde la llegada del euro en 2002, una circunstancia que ha llevado a los loteros a reclamar cambios. Desde Anapal han solicitado a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) una actualización del premio del sorteo de Navidad, una equiparación de las comisiones con otros sorteos y una subida del precio del décimo de 20 a 25 euros.
Cuando las cuentas no salen
La reivindicación no es solo simbólica. Los loteros aseguran que, sencillamente, las cuentas ya no cuadran. En 2002 bastaba con vender unos 500 décimos del sorteo de Navidad para cubrir un salario mínimo. Hoy necesitan vender más del doble: alrededor de 1.300 décimos para afrontar ese mismo gasto.
Ni este periodista ni 'Euronews' se hacen responsables de la gestión de su patrimonio.