En las filas de Syriza no ocultan su optimismo. Los eurodiputados alemanes y franceses se lo toman con cautela.
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El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha destacado en la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo que la lista de reformas enviada por Atenas puede dar buenos resultados pero necesitan tiempo. Por eso hay que seguir trabajando con medidas a corto plazo.
En las filas de Syriza no ocultaban su optimismo: “No solamente somos optimistas, estamos decididos a poner poner fin a la austeridad, sobre todo a la austeridad que afecta a los pobres y a las personas de clase media”, ha explicado Dimitrios Papadimulis, eurodiputado de Syriza y vicepresidente del Parlamento Europeo.
Alain Lamassoure, eurodiputado popular francés, ha señalado que los socios de Grecia ya han prestado mucho dinero y ahora es el turno de los contribuyentes griegos: “Si quieren seguir con la política social destinada a las personas desfavorecidas, es posible. Pero son los contribuyentes griegos los que tienen que financiar estas nuevas políticas. No puede haber un aumento en nuestra contribución”.
Alemania, el país que más ha defendido las reformas estructurales, ve con cautela las propuestas griegas. Así ha respondido Burkhard Balz, diputado europeo conservador alemán: “La pregunta es si todo el mundo respetará el acuerdo. Sobre todo depende el Gobierno griego”.