El número de expositores procedentes del gigante asiático se ha reducido en un 20%. El sector sigue en vilo las negociaciones entre Washington y Pekín sobre el futuro de los aranceles impuestos a la importación de productos entre ambos países.
PUBLICIDADLa guerra comercial abierta entre Estados Unidos y China ha llegado a uno de los mayores escaparates del mundo.
La Feria internacional de electróncia de consumo (CES) que tiene lugar estos días en Las Vegas, ha visto reducirse en un 20% el número de expositores procedentes del gigante asiático.
Los aranceles impuestos a la importación mantienen en vilo al sector.
"Las tecnológicas estadounidenses pagan alrededor de un millón de dólares (unos 870.000 €) extra al mes por importar de productos de China. Esto va a arruinar a las compañías que están aquí, a sus inversiones y a la creación de empleo. El sector tiene la vista puesta en el 2 de marzo, fecha impuesta por el presidente Trump y por China para resolver esto. En caso contrario, los aranceles subirán hasta el 25%, con un coste de más de 1.000 millones de dólares (870 M€) para las empresas que traigan estos productos a Estados Unidos", ha explicado la directora de Comunicaciones de la Asociación de Consumidores de Tecnología (CTA) estadounidense, Izzy Santa.
Por ejemplo, Tesla que construye una factoría en Shanghái, ha advertido al presidente estadounidense, Donald Trump, de las consecuencias del pulso comercial con Pekín. Coches de peor calidad y pérdida de beneficios.