La economía alemana camina hacia su mayor caída en medio siglo, su mayor recesión desde la posguerra con una contracción del 6,3% este año. Son los efectos inevitables de semanas de confinamiento y del parón de la actividad productiva por el coronavirus.
La economía alemana camina hacia su mayor caída en medio siglo, su mayor recesión desde la posguerra. Son los efectos inevitables de semanas de confinamiento, y del parón de la actividad económica por el coronavirus.
El Gobierno alemán ha revisado sus previsiones para asumir que su economía caerá un 6,3% este año frente a la subida del 1,1% anunciada en enero.
Sin embargo, la mayor economía europea tendrá una recuperación sólida para crecer un 5,2% el año que viene.
El impacto en el mercado de trabajo será relativo.
"El aumento del desempleo en Alemania está claramente mitigado con el recurso del tiempo parcial masivo. En marzo y abril, al menos tres millones de personas estarán a tiempo parcial. No obstante, el trabajo a tiempo parcial será significativamente superior al registrado durante la crisis financiera", ha explicado el ministro de Economía de Alemania, Peter Altmaier.
No obstante, dos empresas fundamentales como son Volkswagen y Daimler han instado al Gobierno alemán a establecer mecanismos para impulsar el sector automovilístico. El confinamiento ha mantenido a los concesionarios cerrados y las cuentas de las multinacionales sufren el frenazo en las ventas.