PUBLICIDADMichael Keaton da vida en Birdman a un actor que alcanzó la fama interpretando a un superhéroe en el pasado, y que intenta regresar a los escenarios protagonizando una obra en Broadway.
Dirigida por Alejandro González Iñárritu, la película parece rodada de forma continua, casi sin cortes, debido sobre todo a planos especialmente largos.
Keaton explica el desafío que supone rodar así: “Tienes que hacerlo bien, perfecto. Tienes que estar en la posición adecuada en el escenario, tienes que saber desplazarte. Tienes que decir tus líneas de forma adecuada. Tienes que dar pie a la siguiente parte del diálogo, pero no sólo para el otro actor, también están los ingenieros de sonido, que tienen que saber cómo moverse y hacia dónde. Y está el cámara, con todo lo que tiene que hacer. Es algo gigantesco, algo con una coreografía increíble”.
En algunos momentos, el largometraje toma ciertas direcciones que hacen que el espectador dude entre si lo que ocurre es real o imaginario.
Edward Norton encarna a un talentoso pero presuntuoso actor en el largometraje. Considera que el director hizo bien dejando una serie de misterios sin resolver en la historia:“Los directores que dejan ciertas preguntas sin responder al final de la película no abundan mucho. Creo que siempre hay ese impulso de intentar responder a todo porque es más seguro que la gente abandone el cine con la sensación de haber comprendido todo. Dejar al público con preguntas es más provocador y pienso que también es algo más maduro porque no creo que la finalidad absoluta del arte serio sea hacer que la gente se sienta bien. Más bien es responder a la pregunta de por qué nos sentimos como nos sentimos. Y creo que hay mucha intencionalidad en los misterios aquí”.
Birdman, que también cuenta con Emma Stone, Zach Galifianakis, Amy Ryan y Naomi Watts, ya está en las salas de Estados Unidos. Al resto del mundo llegará a partir de enero.