The Waldorf Project propone a su público una cena diferente.
The Waldorf Project propone a su público una cena diferente. O, más que una cena, una experiencia artística en la que la comida y la bebida pero también el sonido, la luz y los olores son los platos principales de la noche.
40 personas pueden vivir cada noche esta experiencia que dura 25 minutos.
Sean Rogg es el director artístico. Con él han colaborado un coreógrafo y varios diseñadores.
“Los platos que el público consume tienen cientos de ingredientes, ingredientes que un diseñador ha elegido cuidadosamente. El objetivo es que las personas sientan una emoción, no que el plato sea bonito. Además de comer puedes escuchar, tocar, mirar a tu alrededor”, explica Rogg.
Con este proyecto, Sean Rogg quiere analizar las emociones de la gente, sus reacciones: tensión, miedo, inquetud, etc…
“No hay diálogos, no hay texto, no leemos nada, nadie habla. Es todo emoción. Algunas personas llegan a llorar, otras creen que todo es muy sexual, otras que es una comedia. Todo depende de la interpretación del público. Mi trabajo es garantizar que todo el mundo sienta algo, una emoción”, asegura Rogg.
