La artista libanesa Sara Abou Mrad recogió los cristales rotos que pavimentaban las calles de Beirut, cuando estaba ayudando en las tareas de limpieza tras la explosión, y creó una escultura
Sacar belleza de la tragedia.
El 4 de agosto, la explosión del puerto de Beirut destruye gran parte de la ciudad recordando las peores imagenes de los 15 años de guerra civil que desangró el Líbano.
Sara Abou Mrad tenía tan sólo dos años cuando terminó la contienda. Tras la explosión de agosto, la artista salió a las calles para ayudar a recoger los escombros. Pisando los cristales que alfombraban las calles surgió una idea, dar vida a una escultura con esos restos de vidas rotas.
Sara Abou Mrad, quiso sacar algo positivo de este drama.
"Aún siento dolor cada vez que me acuerdo de lo bonito que era Beirut, de toda su diversidad convertida en una amasijo de cristales en un instante. Entonces deicidí recoger esos cristales y plasmarlos en el momento preciso de la explosión. Plasmé ese instante en este personaje de un "soñador en movimiento".
La escultura de Sara Abou Mrad ha sido adquirida por el embajador francés en el Líbano para regalarsela al presidente Emmanuel Macron con ocasión de su segunda visita a Beirut tras la explosión.