Es un estreno mundial: el famoso teatro de la Scala de Milán presentó la ópera Aida en una primera versión completamente desconocida. Un descubrimiento sorprendente que los investigadores hicieron hace un año cuando se hizo público el enorme legado de Verdi.
En cuanto escuchamos la Marcha Triunfal, pensamos en una de las óperas más representadas de Verdi: Aida.
La Scala lo muestra como un concierto operístico bajo la batuta del italiano Riccardo Chailly con la mezzosoprano georgiana Anita Ratchvelishvili.
Es un estreno mundial: el famoso teatro de la Scala de Milán presentó la ópera Aida en una primera versión completamente desconocida. Un descubrimiento sorprendente que los investigadores hicieron hace un año cuando se hizo público el enorme legado de Verdi.
Riccardo Chailly, explicó a Euronews:“Cuando hablamos de un genio como Giuseppe Verdi, obviamente, si existe la posibilidad de encontrar algo que no conocemos, creo que es un enriquecimiento para todos y ciertamente un descubrimiento de buena música. Y esto es lo que es: casi 100 compases de música”.
Verdi descartó y sustituyó el comienzo original del tercer acto poco antes de la primera representación en 1871. El célebre compositor italiano utilizó parte de estas partituras originales tres años después para su Misa de Réquiem.
La mezzosoprano Anita Rachvelishvili aseguró sobre Chailly_“Creo que el maestro Chailly es el tipo de músico al que le gusta, le encanta descubrir cosas nuevas e interesantes en la música. Y habrá gente que diga, no, esto no es Aida. Esto es otra cosa. Quiero la versión antigua. Y habrá gente que la aceptará y la amará. Por eso me encanta su valentía para decirle a la gente: ¡tienen que elegir! Me gusta. Espero que a ustedes también les guste"._
La ópera ambientada en el antiguo Egipto trata sobre el amor imposible entre la esclava etíope Aida y el comandante egipcio Radamès.
Pero la hija del poderoso faraón, Amneris, lo quiere todo para ella, en vano.
A Rachvelishvili, le gusta el personaje_“Me gusta todo de esta mujer, porque no solo es frágil; está enamorada. Es celosa; también es muy, muy fuerte_. Pero aún así, hay mucha sensibilidad en su alma. Verdi, con su forma de componer música, indica exactamente esto. La plenitud, una enorme bomba de emociones. Y eso es lo que siempre trato de demostrar; que es un dolor muy, muy grande el que ella tiene en su corazón".
A Chailly, la parte que más le gusta "es el dueto final del último acto. Creo que la música nos transporta a todos a un mundo diferente".