Han compartido el Gran Premio dos filmes, "Fedra" de la haitiana Gessica Généus y "Vera Dreams of the Sea", de la directora kosovar Kaltrina Krasniqi.
PUBLICIDADEl Festival de Cine y Fórum Internacional sobre los Derechos Humanos ha reunido a artistas, activistas, periodistas y público general en Ginebra durante diez días de películas, encuentros y debates.
El Gran Premio de ficción ha ido a parar a dos películas, Freda, de la haitiana Gessica Généus y V_era Dreams of the Sea_, Vera sueña con el mar, de la kosovar Kaltrina Krasniqi.
Este filme cuenta la historia de una viuda que se enfrenta a normas sociales machistas al reclamar la herencia para ella, su hija y su nieta.
También ha Ganado el Premio de la Juventud, lo que ha emocionado especialmente a la realizadora.
"Cuando haces una película por supuesto que piensas en la audiencia. Y que los temas que se abordan resonarán entre la gente de cierta generación. Pero recibir en premio de la juventud ha significado mucho para mí, porque quiere decir que la historia de mi personaje tiene también eco en otras generaciones".
Los demonios del cambio climático
El público joven también premió un documental presentado en Cannes, Invisible Demons, Demonios invisibles, que muestra cómo los habitantes más pobres de Nueva Dheli están muriendo víctimas de la contaminación y del cambio climático.
"Para mí Invisible Demons es como estar en un camión oruga gigante llamado civilización capitalista, una montaña rusa que no se detiene", comenta el director de la cinta Rahul Jain. "Surge del miedo de pensar cómo estamos en una posición en la que sentimos que no hay otra forma de seguir adelante que esta. Es algo implacable y sin fin".
El Gran Premio para el documental de una directora encarcelada en Irán
En la categoría de Grandes Reportajes, el gran premio ha sido para White Torture, Tortura blanca, dirigida por la abogada y activista Narges Mohammadi, actualmente encarcelada en Irán. Denuncia este tipo de tormentos con consecuencias psicológicas a menudo irreparables.
Shirin Ebadi, activista y premio nobel de la paz en 2003, es embajadora de esta película además de amiga de Mohammadi.
"En mi opinion esta película representa la represión por parte del Estado de presos de conciencia y de presos políticos en Irán. Pero al mismo tiempo representa la resistencia, porque la represión continúa, pero la resistencia del pueblo también continúa".
Después de dos ediciones digitales, esta, la vigésima, ha celebrado sus encuentros, por fin, ante un público presencial. Ha venido enmarcada en un concepto para la reflexión, según Isabelle Gattiker, directora general y de programación del festival: "Estamos ante el fin de una era: Ha llegado el momento de renovar el mundo en el que vivimos".