En las islas Hébridas Exteriores, en Escocia, las plantas y líquenes locales sirven de inspiración a los fabricantes de Harris Tweed. En el sudoeste de China, el pueblo Bai utiliza la raíz de woad para teñir sus prendas.
En las islas Hébridas Exteriores, en Escocia, las plantas y líquenes locales sirven de inspiración a los fabricantes de Harris Tweed. En el sudoeste de China, el pueblo Bai utiliza la raíz de woad para teñir sus prendas. En lados opuestos del planeta, los artesanos combinan naturaleza y tradición para producir prendas que gozan de un gran reconocimiento.
Paisajes increíbles inspiran a los fabricantes de Harris Tweed
Las Hébridas Exteriores se encuentran en el límite del noroeste de Europa. Sus increíbles paisajes sirven de inspiración para los colores que se tejen en las famosas telas que se fabrica allí.
Harris Tweed Hebrides es una de las tres fábricas de la isla. El director de producción y diseño, Calum Iain Macleod, desvela a Euronews algunos de los secretos del famoso tejido que fabrican en ellas.
"Es 100 % pura lana virgen", declara. "Es lo único que podemos utilizar en el Harris Tweed. No podemos usar ninguna fibra que no sea 100 % lana", añade.
La fábrica produce más de cincuenta colores que se utilizan de base. Una vez teñidos, se combinan para hacer infinitas mezclas. A continuación, la lana se carda y se hila. Protegidas por el Parlamento, las normas que rigen el Harris Tweed son estrictas. La tela debe ser tejida a mano por los habitantes de las islas Hébridas Exteriores.
Una vez tejida, la tela vuelve a la fábrica para ser limpiada y prensada, lista para su certificación.
"Se presenta a la Harris Tweed Authority, que lo autentifica con el famoso logotipo del orbe", explica Calum. "Debe tener ese sello para ser reconocido como Harris Tweed", señala.
Una marca mundial
La ropa fabricada en tejido Harris Tweed tiene un reconocimiento mundial.
"Nos visitan personas de todo el mundo. Todos conocen el Harris Tweed", indica David Galloway, director de la tienda Walker Slater Menswear de Edimburgo.
"Esas personas representan el corazón de nuestro negocio. Saben que van a poder usar las prendas toda la vida. Saben que cuentan con la historia y quieren ese tejido, con su peso, su color… quieren todos los aspectos naturales que conlleva el Harris Tweed y toda la historia de ese tipo de tejido", concluye David Galloway.
Los orígenes chinos del teñido de corbatas
El pueblo de Zhoucheng está situado cerca de la ciudad de Dali, en el sudeste de China. Es la cuna del llamado ‘tinte de corbata’ Bai.
Esta es una de las tres técnicas de impresión tradicionales que tienen su origen en la antigua China. Combina una serie de habilidades diferentes para producir hermosos patrones.
La raíz de woad es el núcleo del proceso. La gente del pueblo Bai extrae de ella un pigmento para teñir. Así, los miembros de esa minoría étnica tienen un método único que se divide en ocho etapas. El atado y el teñido son, como es lógico, las más importantes.
"En esta técnica de impresión, hacer el tinte es el primer paso creativo", explica Duan Yinkai, un maestro del ‘tinte de corbata’ Bai, que nació en el seno de una familia de tintoreros Bai. "Luego, sigue el atado, que es la segunda etapa. Hay que mantener las puntadas uniformes".
Los diseños del ‘tinte de corbata’ del pueblo Bai representan lo que ven ciudadanos pueden contemplar en el entorno en el que viven. Cada línea cuenta una historia sobre la naturaleza de su zona.
En el último paso se consigue contemplar ‘el milagro’. Se cortan las puntadas y se quitan los hilos de los lugares enredados, para exponer los patrones que estaban ocultos entre los apretados nudos.
"Teñir es como dar a luz", asegura Duan. "Nunca sabes cómo será tu bebé cuando está en tu vientre", añade.
Hay que tener mucho cuidado en la etapa definitiva. Un pequeño desliz y se puede hacer un agujero que arruine toda la pieza de tela.
El imprevisible resultado es lo que hace que el ‘tinte de corbata’ resulte apasionante. Nunca se consiguen dos diseños y colores, exactamente iguales.