Arrancó una nueva Berlinale, siempre diferente a las anteriores pero en este caso aún más. Y es que, con el cine nunca ajeno a la realidad, la situación política internacional se cuela este año como una de las principales protagonistas del Festival Internacional de Cine de Berlín.
El jurado, presidido por la actriz Kirsten Stewart, tendrá que deliberar sobre las 19 películas a concurso.
"¿Estamos realmente escandalizados de que la gente sea horrible entre sí y de que seamos completamente inconscientes los unos de los otros? No", se lamentaba Stewart. "Lo que importa es lo que haces al respecto. Y no fue idea mía estar aquí, pero el hecho de que me pidieran que viniera a ayudar a expresar algunas de estas ideas es una suerte para mí. Es por lo que hacemos películas. No es sólo para entretenernos, es para hacernos preguntas difíciles y descubrir cómo unirnos".
Zelenski, ovacionado
Ya en la alfombra roja, sin duda, quedó patente el fuerte acento político de este año. Desde la denuncia a la represión de las mujeres iraníes a manos del régimen de los ayatolás, al activismo climático, que desde hace tiempo utiliza el arte como altavoz para revertir el deterioro del planeta.
Pero el protagonista de la jornada, sin duda, fue el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, objeto de una cerrada ovación tras su encendido discurso sobre algo muy real que está aconteciendo fuera de las salas.
El Festival Internacional de Cine de Berlín concluye el próximo domingo 26 de febrero, con la entrega del prestigioso y por tantos anhelado Oso de Oro.