El nuevo mural del grafitero Lekto representa a Emmanuel Macron como Hitler, con la inscripción "49.3" sustituyendo al característico bigote del dictador
PUBLICIDAD**¿Has oído hablar alguna vez de la ley de Godwin?**Es un adagio de Internet que afirma que a medida que una discusión se alarga, independientemente del tema, la probabilidad de una comparación con los nazis o Adolf Hitler aumenta.
**En algunos casos, tiene sentido. En otros, mucho menos.**Francia se encuentra en medio de un debate muy acalorado -como poco- sobre la reforma de las pensiones y el controvertido uso por parte del presidente Macron de una cláusula constitucional (49.3) para evitar una votación sobre el proyecto de ley. Las protestas han puesto al país de rodillas, y los artistas, así como los manifestantes, han aprovechado la situación para sacar a relucir su vena creativa.
Sin embargo, una obra de arte ha desatado mucha polémica.
La imagen en cuestión es un fresco pintado el domingo 2 de abril en la ciudad suroriental de Aviñón. El nuevo mural del grafitero Lekto representa a Emmanuel Macron como Hitler, con la inscripción "49.3" sustituyendo al característico bigote del dictador.
El fresco va acompañado de un "No, gracias", al que se ha añadido a continuación: "Si jamais... Peinture satyrique" ("Por si acaso... Pintura satírica").
La ciudad de Aviñón ya ha anunciado que el fresco será "borrado lo antes posible" y muchos han condenado las reductivas y peligrosas falsas equivalencias.
La periodista Anne Sinclair se indignó, considerando el fresco "abyecto", e Isabelle Rome, Ministra de Igualdad de Oportunidades, reaccionó en Twitter preguntándose "¿De qué estamos hablando aquí?" y afirmando que el dibujo "me da náuseas". En el lado opuesto del debate, Manuel Bompard, coordinador de France Insoumise, defendió el "derecho a la caricatura".
Lekto se está convirtiendo en una molestia para las autoridades francesas, sobre todo porque no es la primera vez que el artista se ve envuelto en una polémica...
¿Quién es Lekto y por qué se le persigue?
Es difícil saber quién se esconde tras el seudónimo de Lekto, ya que el artista se mantiene discreto y se niega a responder a las peticiones de los medios de comunicación.
La cuenta de Instagram de Lekto, creada en agosto de 2020, sugiere que podría tratarse de un joven grafitero, y algunos han especulado con la posibilidad de que sea un antiguo graduado de la escuela de arte de Aviñón, teniendo en cuenta que sus obras siguen apareciendo en la región.
Otra visita a la página de Instagram de Lekto revela otros murales de dudosa inspiración política, y que la pandemia y las restricciones sanitarias parecen haber inspirado al artista, de mentalidad mayoritariamente conspiranoica y antigubernamental.
La reciente obra de Hitler-Macron se encuentra en el mismo lugar que otra pintura que causó indignación y metió al grafitero en un lío el verano pasado. Una obra anterior de Lekto, realizada en junio de 2022, representaba a Emmanuel Macron como Pinocho, manipulado por el titiritero Jacques Attali, teórico económico y social francés.
Subtitulado "La bête 2 l'événement", era una referencia al Apocalipsis en las esferas conspirativas, el cuadro fue borrado tras haber causado revuelo en las redes sociales por sus fuertes connotaciones antisemitas y su iconografía fascista. De hecho, el simbolismo del titiritero controlando el mundo desde detrás de las bambalinas, así como la vestimenta formal y los guantes blancos, marcaban muchas casillas en cuanto a iconografía antisemita clásica.
El artista fue inmediatamente señalado por la Liga de Defensa Judía y la Unión de Estudiantes Judíos de Francia. La Liga de Defensa Judía explicó que efectivamente había símbolos antisemitas: "La personalidad judía e influyente (aquí Jacques Attali), la mirada preocupante y las manos que manejan marionetas para dejar claro que los judíos gobiernan el mundo".
El abogado de Jacques Attali, Cyril Bonan, declaró el año pasado que el fresco "repite todos los códigos antisemitas de principios de siglo".
El prefecto de Vaucluse pidió que se borrara el fresco, mientras que la comunidad urbana del Gran Aviñón y el ayuntamiento intentaron defender la pintada invocando la libertad de expresión. Finalmente, la obra fue cubierta el 24 de junio.
Lekto está procesado ante el tribunal penal por injurias públicas por motivos de origen, etnia, nación, raza o religión, pero también por incitación pública a la discriminación. Su juicio, que ya se ha aplazado tres veces, se celebrará el 14 de septiembre.
Queda por ver cuándo se borrará la reciente obra de arte Hitler-Macron y si más gente saldrá en defensa del grafitero, bien acogiéndose a la inscripción "pintura satírica", bien no reconociendo la tendencia intelectualmente estéril de gritar "nazi" a todo lo que a uno no le gusta.