El Patrimonio Sonoro capta los sonidos de 270 lugares declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, invitándonos a sintonizar con algunos de los lugares culturalmente más significativos de la Tierra.
Probablemente haya visto Machu Picchu cientos de veces: en blogs de viajes, en Instagram o puede que incluso en persona. Pero, ¿alguna vez lo ha escuchado de verdad?
Un nuevo proyecto, Sonic Heritage, está aquí para cambiar la forma en que experimentamos los lugares más emblemáticos del mundo. Presentado la semana pasada, en el Día Mundial del Patrimonio, es la primera colección mundial de paisajes sonoros de lugares declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO y elementos del patrimonio cultural inmaterial.
En total hay 270 grabaciones de 68 países, desde el susurro de las hojas en la antigua ciudad de Tikal en Guatemala hasta el agudo parloteo de los murciélagos en las cuevas de Ellora, en la India. La iniciativa pretende desviar la atención del aspecto de los lugares hacia su sonido y lo que éste nos dice.
"El sonido suele ser el pariente pobre del turismo", dicen los organizadores. "En nuestra cultura dominada por lo visual, todo parece girar en torno a dónde se hace la foto de Instagram o el videoclip para TikTok".
Esa presión sobre lo visual es parte de la razón por la que se creó el proyecto. Mientras el turismo excesivo sigue poniendo a prueba algunos de los destinos más preciados del mundo, Sonic Heritage ofrece una nueva forma de entrar: más tranquila, más inmersiva y refrescantemente menos centrada en conseguir el ángulo perfecto.
"Stuart Fowkes, artista sonoro afincado en Oxford y fundador de Cities and Memory (Ciudades y Memoria), promotora del proyecto, explica a 'The Guardian' que "cuando se piensa en sitios del patrimonio mundial, siempre se piensa en el aspecto visual, pero casi no se presta atención al sonido de estos sitios".
Fowkes pasó seis meses recopilando grabaciones de su propio archivo y seleccionando las propuestas de una convocatoria mundial abierta. Los sonidos resultantes van de lo profundamente relajante (las olas rompiendo contra la amurallada ciudad marroquí de Essaouira) a lo ligeramente inquietante (el zumbido de una turbina eólica en la costa australiana de Ningaloo, audible dentro de una reserva natural).
El proyecto no se limita a grabar los sonidos
También podrá ver el famoso géiser Old Faithful en plena erupción o escuchar el coro del amanecer en la Amazonia colombiana. Pero el proyecto no se limita a captar estos paisajes sonoros. En una segunda fase, se invitó a artistas de todo el mundo a "remezclar" las grabaciones para crear composiciones originales que reflejaran sus propias interpretaciones del contexto cultural, social o medioambiental del lugar.
"El sonido rara vez entra en la ecuación cuando pensamos en el turismo o en lo que hace grande a un lugar, y lo mismo ocurre con su conservación", señalan los organizadores. No hay "placas azules" que señalen los lugares de interés sonoro, y ni siquiera las listas de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO tienen en cuenta el sonido".
Esperan que Sonic Heritage pueda ser un pequeño paso para solucionar este problema. Con tantos entornos únicos amenazados por el cambio climático, la contaminación acústica o el propio turismo, el proyecto defiende que debemos empezar a tomarnos el sonido más en serio a la hora de preservarlo.
Como se preguntan los organizadores en el sitio web del proyecto: "¿Qué papel debe desempeñar el sonido para enriquecer nuestra experiencia de los lugares más increíbles del mundo? ¿Cuáles son los paisajes sonoros que acompañan a los lugares y espacios culturalmente más importantes del mundo? ¿Cómo podemos identificar, celebrar y preservar los paisajes sonoros cultural y socialmente significativos de todo el mundo antes de que sea demasiado tarde?
La esperanza es que escuchando -escuchando bien- empecemos a comprometernos con el patrimonio de una manera más reflexiva, y quizá incluso a detectar las formas en que lo estamos alterando involuntariamente. No todo son bosques tranquilos y ecos ancestrales: el zumbido de la maquinaria, las carreteras distantes o incluso los aviones se cuelan en muchos de los paisajes sonoros.
Escuche Sonic Heritage aquí.