La icónica marca James Bond ('007') se enfrenta a su mayor enemigo: un promotor inmobiliario austriaco que busca anular sus derechos por no utilización. Este "asalto sin precedentes" se produce en plena inactividad cinematográfica de la franquicia.
Se ha enfrentado a organizaciones nefastas y oscuras, así como a megalómanos con planes de dominación mundial. Sin embargo, el agente secreto más famoso del mundo podría haber encontrado la horma de su zapato en un promotor inmobiliario austriaco llamado Josef Kleindienst.
De hecho, el fundador del Grupo Kleindienst está impugnando los registros de marcas relacionados con la franquicia de James Bond, incluido '007' y la icónica expresión 'Bond, James Bond'. Ni siquiera Blofeld caería tan bajo...
El magnate inmobiliario, que está construyendo un complejo turístico de lujo de 5.000 millones de dólares llamado 'Heart of Europe' en seis islas artificiales frente a Dubái, ha presentado demandas en el Reino Unido y Europa para hacerse con el control del nombre James Bond, alegando que las marcas han sido infra explotadas comercialmente. Para Kleindienst, la 'no utilización' significa que varias protecciones en torno a la propiedad intelectual de James Bond han expirado.
Según la legislación británica y europea, si una marca no se explota comercialmente durante cinco años en las categorías para las que está registrada, puede ser objeto de un procedimiento de caducidad.
Los propietarios de James Bond, Danjaq, la empresa estadounidense que controla los derechos de venta de artículos de James Bond en todo el mundo junto con la productora británica Eon, afirman que la batalla legal iniciada por el promotor inmobiliario para hacerse con las marcas de James Bond es 'un asalto sin precedentes a la franquicia', informa 'The Guardian'.
Los abogados que representan a Danjaq están reuniendo pruebas para demostrar que las marcas se siguen comercializando, argumentando que las impugnaciones de 'no uso' de Kleindienst representan un 'abuso de proceso'. Y hay mucho en juego...
"James Bond es una marca de máxima reputación en la UE", afirma Rudolf Böckenholt, de Boehmert & Boehmert, uno de los mayores bufetes de propiedad intelectual de Europa, que representa a Danjaq. "Las marcas también están licenciadas para numerosos productos de consumo y mercancías, desde productos muy lujosos a productos cotidianos, así como otros servicios".
El contexto hace que este 'asalto' sea delicado en extremo. La última película de Bond fue en 2021, con la primera aparición de Daniel Craig como '007' en 'No Time To Die' ('Sin tiempo para morir').
Desde entonces, la franquicia fue adquirida por Amazon por 8.500 millones de dólares, con más de 1.000 millones gastados para obtener el 'control creativo' total de la serie de los veteranos administradores de '007' Barbara Broccoli y Michael G Wilson. Aunque se ha anunciado que Amy Pascal y David Heyman serán los productores de la próxima película de Bond, aún no se ha confirmado la fecha de estreno, el director ni el actor principal.
El año pasado informamos de que un candidato podría tener ventaja sobre muchos otros y el mes pasado, una fuente poco probable podría haberlo confirmado antes de tiempo. Aún no se ha anunciado oficialmente la identidad del nuevo '007'.
El periodo de inactividad también significa que la franquicia va camino de batir el intervalo más largo jamás registrado entre dos entregas: seis años y cuatro meses. Algo así como una bendición para cualquier Blofelds en ciernes que desee argumentar que la marca ha estado 'comercialmente sin explotar'. Así pues, mientras los fans esperan que James Bond regrese por fin a la gran pantalla, la mayor batalla del superespía se perfila como una batalla legal.