Utilizando imágenes en el infrarrojo cercano, los investigadores descubrieron extraordinarios diseños de tigres, grifos y pequeños gallos pintados a mano en el cuerpo de una momia siberiana de 2.000 años de antigüedad.
Una mujer enterrada hace más de 2.000 años en las gélidas montañas Altai de Siberia se ha convertido en el insólito objeto de uno de los estudios arqueológicos sobre tatuajes más apasionantes de los últimos años.
Sus intrincados tatuajes, conservados en el permafrost y que durante mucho tiempo se creyó que eran arte corporal invisible o desvanecido, han salido a la luz mediante imágenes de alta resolución en el infrarrojo cercano, revelando un extraordinario lienzo de animales, bestias míticas y arte antiguo.
"Sabíamos que estas momias tenían tatuajes", explica el Dr. Gino Caspari, arqueólogo del Instituto Max Planck de Geoantropología y de la Universidad de Berna. "Pero algunas tenían la piel tan oscurecida y arrugada que la tinta ya no era visible a simple vista. Lo que hemos hecho es esencialmente registrar longitudes de onda fuera de lo que los humanos pueden ver - y eso revela estos tatuajes de forma bastante bella".
La momia, perteneciente a la cultura nómada Pazyryk, fue desenterrada hace décadas en los montes Altai, una región que abarca el sur de Siberia, el este de Kazajstán y el noroeste de China.
Estos pueblos de principios de la Edad de Hierro eran principalmente pastores (entre los siglos VI y II a.C.), viajaban por las tierras altas con ovejas y caballos durante el verano y enterraban a sus muertos en la misma tierra helada que preservaría sus cuerpos durante milenios.
¿Qué tatuajes se encontraron en la momia?
Gracias a las avanzadas técnicas de imagen y a la colaboración con un tatuador, el equipo descubrió vívidos tatuajes por todo el cuerpo de la mujer, entre los que se incluyen escenas de caza de tigres y leopardos atacando a ciervos y criaturas parecidas a renos.
Un tatuaje muestra a un grifo mítico derribando a un herbívoro. Lo más sorprendente es que sus pulgares están decorados con pequeños diseños en forma de gallo. "Son imágenes fantásticas", dice Caspari a 'Euronews Culture'. "Son extremadamente vívidas y representan un estilo artístico único que no existe en ningún otro lugar".
Aunque el verdadero significado de estas imágenes se ha perdido, ya que no existen registros escritos de los Pazyryk, el equipo se centró en comprender las técnicas que había detrás de su creación.
"Algunos estudiosos habían planteado la hipótesis de que los tatuajes se hacían cosiéndolos, como en el Ártico, donde un hilo transporta el pigmento a través de la piel", explica Caspari. "Pero pudimos demostrar que en realidad eran tatuajes punzantes, hechos con agujas, como las técnicas actuales de punción manual, pero sin electricidad".
Su análisis reveló pruebas de tatuajes realizados a lo largo de múltiples sesiones e incluso mostró las pausas en las que un antiguo tatuador se había detenido a buscar más pigmento.
Para Caspari, estos detalles humanizan el proceso: "Te acercan mucho a la persona que crea las imágenes. Puedes ver dónde se desplaza ligeramente la línea cuando vuelven a cogerla".
Tatuarse era una práctica muy extendida
La investigación también cuestiona las suposiciones anteriores de que sólo se tatuaban los miembros de la élite de la sociedad Pazyryk. "Todas las momias de hielo conservadas que hemos encontrado hasta ahora están tatuadas", explica Caspari. "Parece que fue una práctica muy extendida. Y no se trata de diseños sencillos: son sofisticados y claramente requerían mucho entrenamiento."
Caspari espera crear un inventario de acceso público de los tatuajes de todas las momias Pazyryk conocidas. "No basta con publicar imágenes en blanco y negro. Estos tatuajes son asombrosos, pero necesitamos reconstrucciones de alta resolución para comprender realmente cómo se hicieron. Dado el enorme interés público, creo que la gente debería poder verlos y relacionarse con ellos", afirma.