Los nuevos negocios y residentes están cambiando el panorama gastronómico de Macao, y un pastelero portugués está ayudando a redefinir un favorito local.
En Macao, antigua colonia lusa cuya presencia aún se conserva en el casco histórico de la ciudad-casino, el pastelero portugués Pedro Quintaneiro, que se mudó desde Aveiro hace 10 años, está dando un giro inesperado a los tradicionales pasteles de nata través de su trabajo en Manteigaria.
Quintaneiro se encarga de dirigir la producción de los dulces en su fábrica, con una textura más hojaldrada y cremosa que la versión de Macao. A los clientes, muchos de ellos portugueses, suele sorprenderles su sabor tradicional.
Quintaneiro afirma que la mezcla de influencias portuguesas y chinas le da a Macao una sensación de familiaridad, y con una familia joven y una comunidad unida, ahora la considera un segundo hogar.