El nuevo belén, obra de la artista Victoria-Maria Geyer, suscitó un debate en las redes sociales por la falta de rostro de los personajes.
Con diciembre ya en marcha, los belenes vuelven a los mercados navideños de toda Europa. En Bruselas, la instalación de un nuevo belén en la Grand-Place de la ciudad se ha convertido en un escándalo por el robo del icono del Niño Jesús. La figura fue sustraída de su pesebre entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, tras varios días de tormenta en las redes sociales por las representaciones sin rostro de los personajes sagrados de la escena.
Todo empezó con un deseo de cambio tras 25 años con el mismo diseño de belén en el casco antiguo de la capital. Un portavoz de Brussels Major Events, organizador del mercado navideño de la ciudad, declaró al 'Brussels Times' que la escena "necesitaba un replanteamiento". El alcalde de Bruselas, Philippe Close, también declaró que la antigua instalación se había deteriorado.
El nuevo diseño de la artista de origen alemán Victoria-Maria Geyer fue aprobado tanto por la Iglesia Católica local como por el Ayuntamiento de Bruselas. Geyer, que se definió como católica, elaboró las figuras del nacimiento con tela reciclada y omitió rasgos reconocibles, con la esperanza de que "todos los católicos, independientemente de su origen o procedencia, puedan identificarse" con la historia bíblica del nacimiento de Cristo, dijo.
Pero la obra de arte y su mensaje no gustaron a todo el mundo y rápidamente estalló una polémica en las redes sociales antes incluso de que se inaugurara formalmente. "Hemos tocado fondo... y seguimos cavando", dijo en X la estrella del fútbol belga Thomas Meunier, mientras que Georges-Louis Bouchez, líder del partido derechista Movimiento Reformista(MR), calificó el belén de Geyer de "disparate y un insulto a nuestras tradiciones".
Comparó las figuras con lo que denominó personas "con aspecto de zombis" que se encuentran en las estaciones de tren de Bruselas. Su partido, que forma parte de la coalición gobernante en Bélgica, lanzó una petición para que se retirara el diseño.
En una rueda de prensa celebrada el viernes, horas antes del robo, Philippe Close y el deán de la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de la ciudad, Benoit Lobet, intentaron rebajar la tensión y mostraron su apoyo al artista. "En estas fiestas navideñas, todos deberíamos bajar un poco el tono", dijo el alcalde, del Partido Socialista.
Las autoridades belgas están investigando el robo y ya han sustituido al Niño Jesús del belén. Los organizadores y la seguridad han prometido vigilar más de cerca el pesebre.