La muerte de Brigitte Bardot ha desatado un fuerte debate político en Francia, después de que la derecha pidiera un homenaje nacional a la leyenda del cine.
La clase política francesa está profundamente dividida sobre cómo, o incluso si, rendir homenaje a Brigitte Bardot tras su muerte, pues la política que defendió en su última etapa resultó tan polémica como influyentes fueron sus películas.
Bardot murió el domingo a los 91 años en su casa de Saint-Tropez, en la costa mediterránea del sur del país. La noticia desató una cascada de homenajes que celebraban a una mujer convertida en símbolo de la cultura francesa, de la liberación sexual y del glamour cinematográfico, gracias a películas como 'Y Dios creó a la mujer', 'El desprecio' y 'Los joyeros del claro de luna'.
También será recordada por su activismo en defensa de los animales. Viajó al Ártico para denunciar la matanza de crías de foca, condenó el uso de animales en experimentos de laboratorio y se opuso a enviar monos al espacio. Con todo, su legado sigue siendo objeto de una viva controversia.
¿Por qué Bardot es una figura controvertida?
En sus últimos años, Bardot se acercó a la ultraderecha y fue condenada en cinco ocasiones por incitación al odio racial, en gran medida por comentarios dirigidos contra los musulmanes y lo que ella llamaba una "invasión" de extranjeros en Francia, así como contra los habitantes de la isla francesa del océano Índico de Reunión, a quienes llegó a calificar de "salvajes".
En particular, criticó el sacrificio de ovejas durante festividades religiosas como el Eid al Adha. "Es cierto que a veces me dejo llevar, pero cuando veo lo despacio que avanzan las cosas... me puede la angustia", dijo Bardot a la agencia AP cuando le preguntaron por sus condenas por incitación al odio racial y por su oposición al sacrificio ritual musulmán.
En sus últimos años, Bardot fue muy crítica con el movimiento #MeToo. Dijo en una entrevista que la mayoría de las actrices que denunciaban el acoso sexual en la industria del cine eran hipócritas y ridículas porque muchas coqueteaban con los productores para conseguir papeles. Aseguró que nunca había sido víctima de acoso sexual y que le parecía "encantador que me dijeran que era guapa o que tenía un culito bonito".
En su última entrevista televisiva a comienzos de este año, Bardot rechazó de plano el feminismo. "El feminismo no es lo mío... me gustan los hombres", dijo a 'BFM TV', antes de cortar la sugerencia de la entrevistadora de que ambas cosas eran compatibles con un tajante "¡No!"
Vuelven las tensiones en torno a su legado
Tras su fallecimiento, han resurgido las tensiones políticas en torno a su figura. El dirigente de derechas Éric Ciotti ha pedido un homenaje nacional, al sostener que Francia debe honrar a una de sus figuras culturales más reconocibles.
"El presidente de la República debe tener el valor de organizar un homenaje nacional para nuestra BB", reza una petición en línea, que a la hora de escribir estas líneas suma casi 25.000 firmas. Propone una despedida multitudinaria similar a las que se dedicaron al rockero Johnny Hallyday en 2017 o al cantante y actor Charles Aznavour en 2018.
La líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, actualmente inhabilitada para ejercer cargos públicos a la espera de una vista de apelación en enero, se sumó también a los homenajes y la describió como "una mujer excepcional, increíblemente francesa, libre, indomable, íntegra".
Según la agencia AFP, la oficina del presidente Emmanuel Macron llegó a ofrecer organizar un homenaje a Bardot, pero su familia no respondió a la propuesta. El domingo, poco después de conocerse la noticia, Macron publicó en X sus condolencias.
Lloramos a una leyenda", escribió. "Sus películas, su voz, su fulgurante fama, sus iniciales, sus penas, su generosa pasión por los animales, su rostro convertido en Marianne, Brigitte Bardot encarnó una vida de libertad. Una existencia francesa, un fulgor universal. Nos conmovió. Lloramos a una leyenda del siglo".
Mientras, el alcalde de Niza, Christian Estrosi, ha dicho que la ciudad planea poner el nombre de Bardot a un lugar emblemático en su honor. Pero desde la izquierda ha habido voces más críticas. "Conmoverse por el destino de los delfines y permanecer indiferente ante las muertes de migrantes en el Mediterráneo, ¿qué nivel de cinismo es ese?", escribió en las redes sociales la diputada ecologista Sandrine Rousseau.
El líder socialista Olivier Faure señaló que, aunque Bardot fue sin duda una actriz icónica, los homenajes nacionales se reservan a figuras que prestaron servicios excepcionales a la nación. Sostuvo que Bardot había dado la espalda a los valores republicanos.
Bardot será enterrada en privado en el cementerio marino de Saint-Tropez, con vistas al Mediterráneo. El funeral se celebrará el 7 de enero en la iglesia de Notre-Dame de la Asunción y se retransmitirá en pantallas por toda la ciudad.
Sigue sin decidirse si Francia concederá a Bardot un homenaje nacional, y el país debate cómo, y si, debería honrar oficialmente a alguien cuya vida fue tan legendaria como divisiva.