La tecnología digital está revolucionando los sistemas europeos de gestión del agua, pero su elevado consumo de este preciado recurso conlleva sus propios retos.
La tecnología digital ayuda cada vez más a gestionar los sistemas hídricos en Europa. Las ayudas que ofrece incluyen el control en tiempo real del uso y la calidad del agua, la detección más rápida de fugas y el riego inteligente.
Además, la inteligencia artificial puede ayudar a prever los patrones de precipitaciones. Alrededor del 23% del agua de las redes de la UE se pierde antes de llegar a los consumidores. Las soluciones digitales pueden reducir las fugas en un 30% y disminuir los desbordamientos en los sistemas de alcantarillado.
Cómo ayuda la tecnología digital a la gestión del agua
Los beneficios potenciales de las soluciones digitales en el sector han sido establecidos por proyectos financiados por la UE en el marco del Cluster ICT4Water. El uso de la analítica de datos, la computación en la nube IoT, la inteligencia aumentada, el blockchain y el desarrollo de gemelos digitales en el sector del agua aportan nuevas capacidades para analizar, automatizar, corregir en tiempo real, predecir y minimizar los riesgos para el entorno natural.
Además, pueden desplegarse soluciones digitales para sensibilizar e implicar a los ciudadanos y consumidores e influir en su comportamiento. Los sistemas domésticos de distribución de agua también pueden beneficiarse de la digitalización. Entre otras cosas, la digitalización puede ofrecer más información a los ciudadanos sobre el consumo doméstico de agua y concienciarlos sobre su uso sostenible.
Pero la tecnología digital también puede tener un impacto negativo en el recurso más importante de la vida, principalmente a través de un mayor consumo de agua dulce. Por ejemplo, los centros de datos utilizan diariamente grandes cantidades de agua de refrigeración, al igual que las fábricas que producen baterías para automóviles y semiconductores.
La demanda digital en detalle
- En 2023, 5.300 millones de personas tendrán acceso a Internet.
- El sector de las TIC crecerá significativamente, con 29.300 millones de dispositivos conectados en 2030.
- Los centros de datos, que apoyan este crecimiento, necesitan una cantidad considerable de agua para refrigeración, que oscila entre 68.000 y 1,7 millones de litros al día.
Producción de baterías:
- La producción de una batería de coche requiere unos 26.000 litros de agua.
Hidrógeno
La producción de hidrógeno necesita 9 litros de agua ultrapura por kilogramo.
El uso de tecnologías que consumen agua para gestionar mejor los sistemas hídricos plantea claramente un dilema a legisladores y líderes del sector. Se están realizando esfuerzos para crear tecnologías innovadoras que consuman menos agua y prácticas sostenibles para equilibrar los beneficios del progreso digital con la responsabilidad medioambiental.
Compensar el elevado consumo de agua de la tecnología digital
Agua y centros de datos
La adopción de tecnologías de refrigeración eficientes, como la refrigeración líquida, el uso de agua no potable o regenerada y la optimización de las infraestructuras pueden reducir el consumo de agua. Las estrategias incluyen sistemas circulares de agua, aguas residuales municipales recuperadas y la selección de emplazamientos en zonas con abundancia de agua, junto con la recogida de agua de lluvia y el almacenamiento inteligente de agua.
Agua y producción de baterías
- La extracción de litio para pilas amenaza los recursos hídricos y los ecosistemas.
- La Ley de Materias Primas Críticas de la UE pretende minimizar el impacto ambiental y explorar alternativas sostenibles.
- El nuevo Reglamento de la UE sobre baterías tiene por objeto fomentar la producción sostenible de pilas y hacer frente a las repercusiones ambientales, incluido el uso del agua.
La tecnología digital nos ayudará a utilizar mejor el agua, pero también es una consumidora sedienta de recursos. El reto, por supuesto, es encontrar el equilibrio adecuado.