La economía azul europea emplea entre 4 y 5 millones de personas y sigue creciendo. El doctor Jann Martinsohn, del Centro Común de Investigación de la UE, explica por qué los responsables políticos y los inversores necesitan los mejores datos disponibles sobre los océanos.
Si el océano fuera un país, ocuparía el quinto lugar en las economías más grandes del mundo, afirma el Dr. Jann Martinsohn, quien dirige la Unidad de Océanos y Aguas del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en Ispra (Italia).
"Nosotros, como seres humanos, dependemos de una economía sostenible y también competitiva, sobre todo aquí en Europa", comenta Martinsohn. "El océano, las regiones costeras y el reino marino ofrecen una enorme oportunidad. Pero también somos muy conscientes de que estamos hablando de un entorno muy frágil, muy valioso y en gran medida desconocido."
Las cifras cuentan una historia convincente. Según un reciente informe de la OCDE, la economía oceánica mundial aporta aproximadamente el 3% al valor añadido bruto mundial, cifra que también se aplica a la Unión Europea. Solo en Europa, la economía azul emplea a entre cuatro y cinco millones de personas en sectores que van desde industrias consolidadas como la pesca y el transporte marítimo hasta campos emergentes como la biotecnología y la robótica.
"Observamos un crecimiento general de la economía azul", señala Martinsohn. "Y eso, en la situación económica actual, es muy importante. Demuestra que tenemos la oportunidad de ayudar a Europa a ser más competitiva y a crecer".
No obstante, este crecimiento depende de una información fiable. Los responsables políticos necesitan datos para aplicar normativas eficaces. Los inversores confían en las previsiones para invertir miles de millones de capital. Ahí es donde entra en juego el equipo de Martinsohn en el CCI. La Unidad de Océanos y Aguas analiza la información procedente de los sectores industriales, Eurostat, las agencias de la UE y otros organismos, y publica sus conclusiones en el Informe anual sobre la economía azul de la UE. Este documento orienta la toma de decisiones de Bruselas, desde la Política Pesquera Común hasta el Plan de acción "Contaminación Cero".
Durante todo el año, estos datos de investigación se hacen accesibles al público a través del Observatorio de la Economía Azul de la UE, una plataforma en línea gratuita con paneles interactivos, gráficos y mapas. "Las partes interesadas, ya sean responsables políticos o empresarios, pueden ver lo que ocurre en los sectores de la economía azul", explica Martinsohn.
El océano ofrece un enorme potencial económico, desde la energía eólica marina hasta las tecnologías de desalinización por energía solar que podrían proporcionar agua dulce para la agricultura. Pero el crecimiento sostenible requiere comprender los frágiles ecosistemas marinos. Mejores datos significan mejores decisiones: para la economía europea y para el propio océano.