Al principio vetada por aterradora en plataformas de streaming, una serie kazaja de terror triunfa en festivales y cautiva con folclore exótico y mal antiguo.
Una serie de televisión de neonoir y terror folclórico, titulada 'Kazakh Scary Tales', encontró su sitio entre los aficionados en festivales tras considerarse demasiado aterradora y sangrienta para el público de las plataformas.
La serie del director kazajo Adilkhan Yerzhanov se estrenó en el Fantasia International Film Festival de Montreal este verano y tuvo estreno local en noviembre. La historia sigue a Birzhan, un agente de Policía reasignado a una aldea remota, donde debe resolver muertes misteriosas mientras lidia con funcionarios corruptos.
Se alía con una bruja local, que le ayuda a desentrañar el mal ancestral, encontrar maneras de combatirlo y quizá descubrir la verdad sobre sí mismo.
¿Demasiado terror para revelar detalles?
Las primeras proyecciones de prueba plantearon dudas sobre si la serie sería adecuada para un público amplio. Los productores no esperaban éxito comercial, pensaban que era demasiado de nicho, así que la enviaron a festivales.
"Por ejemplo, la escena en la maternidad en la que los personajes empiezan a sangrar. ¿Es siquiera apropiada para un visionado familiar? ¿No sería chocante?", explica Yerzhanov.
Pero los Relatos superaron las expectativas cuando se publicaron los primeros cuatro episodios en YouTube.
"Fue precisamente la combinación de folclore y modernidad lo que atrajo la atención. Nuestro público estaba preparado para ver nuestro folclore integrado en una serie moderna", dijo el director.
Los espectadores elogiaron la serie en internet, la llamaron la "Stranger Things de Kazajistán" y compartieron historias populares inquietantes transmitidas de generación en generación.
Reacción internacional y comentario social
Para captar la atención en el extranjero, Yerzhanov dice que los cineastas kazajos deben ofrecer algo distinto.
"No puedes idear una película de terror kazaja construida sobre modelos de Hollywood o japoneses. No consigues hacerte notar si trabajas dentro de las reglas establecidas", explica.
Considera que dos elementos de 'Kazakh Scary Tales' fueron los que más conectaron con los conocedores del género, la inusual mezcla de humor y terror, y la originalidad de las criaturas míticas.
"Me di cuenta de que el público internacional se siente atraído por el humor en los momentos más aterradores. Lo encuentran increíblemente intrigante, único y diferente", dijo el cineasta.
Muchas críticas destacaron las bromas y la camaradería de Birzhan con el patólogo local, donde intercambian chistes algo inapropiados en momentos totalmente aleatorios.
Por su parte, los monstruos arraigados en la mitología kazaja resultaron refrescantemente originales para los aficionados al terror.
"Como dicen, los monstruos de 'Kazakh Scary Tales' son menos peligrosos que las personas que los crearon. Al público le interesa que todos los monstruos de la serie surgieran de la injusticia, de las acciones de algunos personajes, de algunos hombres", comentó Yerzhanov.
Este tema vertebra la serie, que funciona además como comentario social sobre la violencia contra las mujeres. En la ficción, las mujeres dañadas por los hombres se transforman en monstruos que después devoran a esos hombres, y a otros de paso.
Los primeros tres episodios se centran en el albasty, un espíritu femenino maligno de la mitología túrquica que se cree que atormenta a mujeres embarazadas y bebés. El director señala que, como en muchas mitologías orientales, la mayoría de los demonios en el folclore kazajo son femeninos.
"Todo lo irracional, todo aquello de lo que cualquier hombre, cualquier guerrero, tiene miedo. Tiene miedo de lo irracional, que identifica con las mujeres", explica Yerzhanov.
Un miedo ancestral
Una decisión definitoria en la producción fue la negativa de Yerzhanov a usar CGI para crear sus monstruos. Buscaba una representación naturalista del horror ancestral del que su madre le hablaba cuando era niño.
"En mi imaginación infantil, estos monstruos no parecían generados por ordenador ni dibujados, parecían muy naturalistas, incluso diría fisiológicos. Era esa fisiología, esa naturaleza casera, lo que quería expresar en esta serie", dijo el cineasta.
Por eso el equipo creó animatrónicos operados por varias personas. Un especialista llevó una cabeza artificial para los planos generales.
Para los primeros planos crearon un armazón de la cabeza cubierto de silicona, donde una persona movía el labio superior, otra movía el labio inferior, la tercera movía la lengua y dos más abrían y cerraban los ojos.
"Cualquier gráfico por ordenador llevaba a los monstruos hacia un Hollywood pasteurizado, donde todo es artificial, donde todo es demasiado moderno", dijo.
El propio Yerzhanov no es aficionado a las películas de terror, pero cree que las mejores del género las hicieron cineastas ajenos al terror, como 'El exorcista' de William Friedkin o 'El resplandor' de Stanley Kubrick.
Por desgracia, el público fuera de Kazajistán aún no tiene la oportunidad de ver la serie, pero el director asegura que trabaja para que esté disponible en plataformas.