Una operación mundial coordinada por INTERPOL y la OMA identificó a más de 1.100 sospechosos de tráfico de fauna y flora silvestres. En solo un mes, la Operación Thunder registró un récord de 4.460 incautaciones que incluyen casi 30.000 animales vivos.
Casi 30.000 animales vivos han sido incautados tras una operación mundial contra el tráfico ilegal de fauna y flora silvestres. Tras meses de preparación, los cuerpos de seguridad, incluidas la Policía, la seguridad fronteriza y las autoridades de fauna de 134 países, compartieron información para identificar y desarticular redes criminales sofisticadas.
Conocida como Operación Thunder, y coordinada por INTERPOL y la Organización Mundial de Aduanas (OMA), el esfuerzo conjunto registró un récord de 4.460 incautaciones entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre.
Incluye decenas de miles de animales y plantas protegidos y decenas de miles de metros cúbicos de madera talada ilegalmente, además de más de 30 toneladas de especies amenazadas de fauna y flora silvestres. Se identificaron 1.100 sospechosos.
Así fue la última redada de la Operación Thunder
La investigación halló niveles récord de animales vivos introducidos de contrabando a través de fronteras, impulsados sobre todo por la creciente demanda de mascotas exóticas.
Entre los casos figura la detención en Qatar de una persona que intentaba vender en redes sociales un primate en peligro de extinción por 14.000 dólares (aproximadamente 11.967€).
Sin embargo, la mayor parte del tráfico de vida silvestre implica restos, partes y derivados utilizados en la medicina tradicional y en alimentos de especialidad, con la redada revelando el comercio en escalada de 'bushmeat' (animales silvestres exóticos abatidos para su consumo).
Las autoridades belgas interceptaron carne de primate, funcionarios kenianos incautaron más de 400 kilogramos de carne de jirafa y la Policía de Tanzania recuperó carne y pieles de cebra y antílope valoradas en alrededor de 10.000 dólares (aproximadamente 8.550€). A escala mundial, la investigación incautó un récord de 5,8 toneladas de 'bushmeat' (carne de animales silvestres cazados para consumo humano), con advertencias de aumentos notables en los casos desde África hacia Europa.
La Operación Thunder también detectó un aumento del tráfico de especies marinas, con más de 245 toneladas de fauna marina protegida incautadas durante el operativo de una semana.
Entre ellas, 4.000 piezas de aleta de tiburón, consideradas un manjar en partes de Asia y a menudo usadas como símbolo de estatus en eventos como bodas. También se emplean en medicina tradicional china por sus supuestos beneficios para la salud.
Las fuerzas de seguridad intensificaron la lucha contra la demanda persistente de marfil, utilizado con frecuencia en bienes de lujo como arte decorativo y joyería. La aduana francesa incautó 107 piezas de marfil en mercados, mientras que la aduana austríaca registró la vivienda de un comerciante de marfil y recuperó seis piezas más.
En Alemania se recuperaron más de 1.000 artículos ilegales de fauna y del ámbito forestal, incluidos marfil, partes de reptiles, coral, derivados vegetales y ejemplares vivos, principalmente en centros postales y aeropuertos.
Los delitos medioambientales ponen en riesgo las cadenas alimentarias
No solo los grandes animales son objetivo de los delincuentes medioambientales. Se incautaron en todo el mundo 10.500 mariposas, arañas e insectos, muchos de ellos especies protegidas.
Esto incluye más de 40 envíos de insectos y 80 de mariposas procedentes de Alemania, Eslovaquia y el Reino Unido, interceptados en un centro postal de Estados Unidos.
INTERPOL señala que, aunque estas criaturas son diminutas, desempeñan funciones ecológicas vitales. Extraerlas de su hábitat natural puede desestabilizar las cadenas alimentarias e introducir especies invasoras y enfermedades.
El comercio ilegal de plantas también alcanzó niveles récord este año, con más de 10 toneladas de plantas vivas y derivados vegetales confiscados por las autoridades. Los expertos advierten de que los mercados hortícolas y de coleccionismo están impulsando la demanda.
Desmantelar las redes criminales
"La Operación Thunder vuelve a poner de manifiesto la sofisticación y la escala de las redes criminales que impulsan el comercio ilegal de fauna y productos forestales, redes que cada vez se cruzan con todas las áreas delictivas, del tráfico de drogas a la explotación humana", afirma Valdecy Urquiza, de INTERPOL.
"Estas organizaciones criminales apuntan a especies vulnerables, socavan el Estado de derecho y ponen en peligro a comunidades de todo el mundo".
Urquiza añade que INTERPOL está comprometida con reforzar la respuesta policial global y desmantelar el "ecosistema completo de actividades ilícitas" para proteger el patrimonio natural y humano del planeta.