Gran parte de Ciudad de Gaza ha quedado reducida a viviendas derrumbadas, y los trabajadores tienen que excavar a mano porque la entrada de maquinaria pesada al territorio está restringida. Las familias aguardan cerca, incapaces de enterrar a sus familiares.
Al mismo tiempo, Gaza afronta una crisis ambiental creciente. El bloqueo ha impedido que los equipos de saneamiento lleguen a los principales vertederos del este.
Sin otro lugar donde depositar la basura, el Ayuntamiento creó un vertedero temporal dentro de la ciudad.
La basura se ha acumulado junto a las viviendas, libera gases tóxicos y atrae insectos. Los vecinos afirman que el olor y los riesgos para la salud hacen la vida diaria aún más difícil.