De la noche del martes a la madrugada del miércoles, una potente tormenta geomagnética G4 hizo visible la aurora boreal mucho más allá de sus latitudes habituales. Observadores del cielo de toda Europa, desde Irlanda y el Reino Unido hasta Polonia y Austria, pudieron contemplar un fenómeno poco habitual.
En Austria, tonalidades rojas y rosas tiñeron los cielos de Salzburgo, Filzmoos, Kaprun, Rauris y Kolsassberg, en el Tirol. El espectáculo fue excepcional en estas latitudes meridionales.
Los meteorólogos señalaron que el fenómeno podría repetirse las noches del miércoles y del jueves, mientras la tormenta sigue afectando al campo magnético terrestre. El Centro de Predicción del Clima Espacial emitió un aviso por tormenta geomagnética severa, el segundo nivel de alerta más alto en su escala de cinco niveles.