Eslovenia se enfrenta a un problema que comparten muchos países de la Unión Europea: Baja natalidad y una población cada vez más envejecida.
Las tasas de fecundidad son extremadamente bajas y por otro lado las prejubilaciones no paran de aumentar. Estos dos factores hacen peligrar el sistema de pensiones que dentro de 40 años podría verse saturado.
El anterior Gobierno tuvo que dimitir por un referéndum que no aceptaba el retraso de la edad de jubilación. Desde diciembre el nuevo Ejecutivo intenta encontrar una solución sin enfrentar a los agentes sociales.
¿Qué pasará con los jubilados de este pequeño país de la eurozona?