La UE contra el crimen organizado

El crimen organizado tiene un coste anual para Europa de unos 110.000 millones de euros, una cifra que no deja de aumentar y que alcanza el 1% del PIB de la UE. Las drogas ilegales representan el mercado criminal más lucrativo, comenzando por la heroína a la que siguen la cocaína y el cannabis.
El tráfico de personas, el fraude fiscal y el contrabando de armas y tabaco suponen otros importantes ingresos. Para lavar el dinero, las mafias utilizan la economía legal. Más difícil de perseguir, el dinero en efectivo se canaliza a través de cajas de bares, clubes nocturnos y restaurantes que además actúan como tapaderas para las redes de prostitución y los mercados de la droga. Las empresas de transferencia de dinero y los sectores de la construcción y el transporte son otras alternativas para el blanqueo a las que ahora se han sumado las energías renovables y el tratamiento de residuos.
Las investigaciones sugieren que las autoridades en Europa se están incautando de más activos criminales, pero todavía existe una brecha entre lo que se genera y lo que se confisca. Por ejemplo, las empresas legales de delincuentes rara vez son embargadas.
Las fronteras abiertas comunitarias permiten mover el efectivo e invertir en otras partes de la Unión Europea con facilidad. Las discrepancias en la legislación de los 28 y la naturaleza fragmentada de estos grupos aumentan las dificultades a las que se enfrenta la policía en la batalla contra el crimen organizado. Hablamos con Brian Donald, de Europol, y el profesor Ernesto Savona, director de Transcrime para conocer más sobre esta cuestión.