El fin es mejorar sus condiciones laborales y luchar contra el dumping social. Algunas empresas se aprovechan y contratan trabajadores extranjeros, a los que les pagan sueldos mucho más bajos, lo que también perjudica a los trabajadores locales.
“Ellos trabajan por la mitad de nuestro sueldo. A las empresas les cuesta menos y se aprovechan. Se deshacen de los trabajadores belgas, por los que pagan impuestos sociales, y nos quedamos sin trabajo”, explica el representante del sindicato ABVV, Rudy Bastiaens.
Según la actual normativa europea, los trabajadores desplazados pagan los impuestos en el país de origen. Para las empresas supone un ahorro considerable en sueldo e impuestos.
Elena Cavallone, Euronews: “La enorme ampliación de la UE durante los diez últimos años ha reabierto el debate de los trabajadores desplazados, que para algunos se ha convertido en sinónimo de dumping social”.
Francia, Alemania y Bélgica son los que exigen endurecer la normativa, ya que reciben un 50% del total de los trabajadores desplazados.
Sin embargo otros países, en especial los del este de Europa, se muestran contrarios ya que dicen que la nueva directiva pone en peligro la competencia y el mercado común.
