Su planteamiento para resolver la cuestión de la frontera irlandesa plantea demasiadas dudas
PUBLICIDADBruselas considera que la última propuesta británica para el Brexit abre muchos interrogantes. Especialmente en lo que se refiere a la cuestión de los controles aduaneros entre las dos Irlandas.
Los ministros de Asuntos Europeos de los 27 estados miembros de la UE han analizado este viernes la propuesta que el gobierno británico presentó hace diez dias en forma de Libro Blanco.
Y según el negociador europeo, Michel Barnier, aunque el documento "es útil, plantea muchas dudas". En su opinión ha llegado la hora de concretar.
"Permítanme recordar el compromiso asumido por la primera ministra Theresa May: dijo que iba a elaborar un mecanismo de protección para Irlanda y el respeto de este compromiso es esencial", ha explicado Barnier. "No pedimos una frontera entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, pero necesitamos que haya controles para los productos porque Reino Unido quiere abandonar el mercado único. No podemos permitirnos el lujo de perder tiempo en este tema".
Barnier y el nuevo negociador británico para el Brexit, Dominic Raab, trabajan para alcanzar un acuerdo. Pero Bruselas insiste en que todos: estados, empresas y ciudadanos deben preaprarse para cualquier eventualidad.
"Es nuestra responsabilidad estar preparados para todos los escenarios, incluido un no-acuerdo", ha dicho Barnier. "Tenemos que intensificar los preparativos, a todos los niveles, y para todos los escenarios".
Según el calendario previsto, el acuerdo debería estar a punto para octubre. Lo que daría tiempo al Parlamento Británico y al Parlamento Europeo para ratificarlo antes del 30 de marzo de 2019, fecha prevista para el Brexit.
Barnier ha recordado que entre las cuestiones por resolver también se encuentra Gibraltar.