La calidad del aire sigue deteriorándose y provocando problemas de salud que incluyen la pérdida de capacidades cognitivas
La falta de voluntad política para imponer una movilidad sostenible ha retrasado el proceso para reducir la contaminación del aire. Una contaminación que según un estudio reciente, publicado en la revista Proceedings, afecta incluso a la capacidad cognitiva del ser humano.
Según Nicola da Schio, investigador en Desarrollo Urbano de la Universidad VUB, los gobiernos deberían hacer más. "A menudo, los gobiernos ayudan a la industria automotriz. Y ahora además, a través del Diselgate, hemos descubierto que durante décadas, la industria del automóvil mintió. Y seguimos descubriendo nuevas mentiras", explica. "Creo que la industria del automóvil se cuenta entre los grandes actores que nos impiden resolver el problema".
El pasado mes de mayo, la Comisión Europea propuso medidas para mejorar la calidad del aire, lo que pasar por reducir las emisiones de vehículos, barcos e industria.
Además, abrió un proceso sancionador a siete Estados Miembros: Francia, Alemania, Hungría, Italia, Rumanía, Reino Unido y Luxemburgo.
España se libró por los pelos, aunque seguirá bajo vigilancia para verificar que cumple con las medidas que ha prometido para mejorar la calidad del aire.