La idea es facilitar la cooperación judicial para resolver los litigios que se derivan de los divorcios entre padres de diferente nacionalidad
Cada año se regristran 140.000 divorcios entre personas de diferentes nacionalidades.
Para evitar que los hijos queden atrapados en disputas transfronterizas, la Unión Europea ha aprobado una serie de normas destinadas a facilitar la cooperación judicial.
El objetivo es resolver los litigios relativos a la custodia y el régimen de visita, pero sobretodo dar una respuesta rápida a los casos de rapto parental. Un problema que ha afectado a 1.800 niños en la Unión Europea.
Bruselas quiere que los procedimientos sean más rápidos y menos costosos, pero sobretodo que se ponga el interés del menor por delante.