"Si no marchas, mueres", afirma uno de ellos poco antes de intentar subir a un camión
PUBLICIDADEstos tres hombres tienen un objetivo. Esta noche, en la ciudad belga de Zeebrugge, intentarán abordar un camión con destino a Reino Unido, donde esperan comenzar una nueva vida.
Sus pertenencias caben en una bolsa de plástico.
Bilal, un argelino de 20 años, es el único que acepta mostrar su rostro ante la cámara.
Su primera parada es un punto de observación, con vistas al puerto.
"Mira los guardias de seguridad, como se mueven allí dentro. Es policía o seguridad. Patrullan para asegurarse de que nadie entra", explica uno de ellos.
Unos minutos más tarde, avanzan de nuevo. No hay policía cerca y deciden seguir. Momo, de 48 años, tiene dificultades para mantenerse el ritmo de sus dos amigos más jóvenes.
Los camiones situados detras de las vallas podrían ser su transporte para Reino Unido.
Samir, de 19 años, lidera la marcha. Ya le han arrestado tres veces y teme que, si vuelve a ocurrir, lo trasladen a un centro de detención.
Finalmente, la fuerte presencia de seguridad les impide seguir adelante.
Pero este camión cargado de coches podría ser su plan B. Bilal verifica si pueden esconderse en alguno de los vehículos. Pero todos están cerrados y los tres amigos deciden retirarse.
El corresponsal de Euronews había conocido a Bilal, Samir y Momo, unas horas antes, en la casa de un sacerdote local, que distribuye comida gratis.
"Vine aquí para ir a Gran Bretaña, para trabajar allí, porque la vida allí es buena. Aquí en Europa, si no tienes papeles, no puedes trabajar", explica Bilal.
La reciente tragedia que acabó con la vida de 39 inmigrantes a bordo de un camión en Reino Unido no les hizo desistir.
"Para mí, el peligro es quedarme aquí buscando comida. Tener hambre, comer comida caducada", añade Momo. "Dormimos en casas abandonadas y en las calles, y lo peor es que dormimos en el frío. Es mejor dormir en un contenedor y partir. Porque si no marchas, mueres".
Es difícil saber cuántos inmigrantes pasan por Zeebrugge. Las autoridades belgas se niegan a dar información, pero el Ministerio del Interior afirma que unos 1.800 migrantes han sido arrestados, en esta ciudad portuaria, solo este año.
Tras dos semanas de intentos infructuosos, Samir se da por vencido y decide ir a Francia. Bilal y Momo se quedan. Mañana lo intentarán de nuevo.