El confinamiento está creando nuevos vínculos vecinales. Y dos artistas, Romina de Novellis y Mauro Bordin, han decidido comunicar a través del arte
Todas las noches, a las ocho en punto, el arte contemporáneo tiene una cita en París.
Romina y Mauro, dos artistas italianos, desafían el bloqueo cultural apuntando su proyector contra un edificio cercano. Se inspiraron en los aplausos desde los balcones.
"La gente ha creado relaciones basadas en el hecho de compartir ese momento, en este período de encierro. Nunca antes se había hablado así", explica la artista Romina de Novellis. "Decidí abrir mi ventana para empezar a comunicarme con las personas que viven frente a nosotros".
La reacción de los vecinos fue muy positiva. "Cuando empezamos no teníamos ni idea de cómo iban a reaccionar los vecinos, y especialmente los del edificio opuesto donde se proyectan las imágenes. Y debo decir que apreciaron muy naturalmente el hecho de que algo sucediera a su alrededor, en la calle", comenta el pintor Mauro Bordin.
Romina y Mauro desean regresar a su forma habitual de trabajar, pero esto significa la reapertura de museos y galerías. Las visitas virtuales son una alternativa limitada.
"No se puede reducir el arte y la cultura a un enlace a Internet, y tampoco se puede producir unicamente arte virtual", afirma Romina de Novellis.
Mientras tanto, sus creaciones en directo aportan una dosis de cultura a los vínculos vecinales que está creando la pandemia.