En el hospital universitario de la ciudad de Amberes han incorporado un robot que toma la temperatura a los recién llegados y verifica si llevan la mascarilla
Los hospitales de todo el mundo están trabajando para lidiar con el coronavirus. Y una de sus tareas esenciales consiste en controlar la temperatura de los pacientes y comprobar si llevan la mascarilla puesta.
En el hospital universitario de Amberes lo hacen con un robot. Al ingresar, los pacientes reciben un código QR que deben escanear en el robot. Primero verifica si llevan la mascararilla y, si no la llevan, les dice que se la pongan. Sólo después les indica la temperatura y, si está dentro de la horquilla aceptable, pueden entrar y acudir a su cita.
"La seguridad es la prioridad, pero también queremos evitar que los pacientes tengan que hacer colas. Y sobretodo, necesitamos controlar más de lo que se ha hecho hasta ahora. Y el robot puede ayudarnos a llevar a cabo estas verificaciones", explica Michaël Vanmechelen, gerente del Hospital UZA.
El robot sustituirá a la persona que monitorea las cámaras de calor que actualmente hay en la entrada. El alquiler del robot se eleva a 1.000 euros al mes, lo que permite ahorrar dinero y mano de obra. Habla 34 idiomas y sus diseñadores insisten en que es totalmente fiable.
"Por supuesto, si me pregunta si detecta el COVID-19 o no, la respuesta es que todavía no. Pero es un robot que está listo para ayudar a combatir otras posibles enfermedades del futuro si combinan fiebre con otros síntomas", afirma Fabrice Goffin, director de Zorabots.
Robots como éste pueden aportar su grano de arena en la lucha contra la pandemia en éste y otros entornos.